Chapter Capítulo 23
Capítulo 23
Al ver a Amelia con el cabello desordenado y la ropa desarreglada, cualquiera podria darse cuenta del maltrato que había sufrido.
“¿Ustedes no tienen limites?“. La furia de Teófilo surgió de la nada y pateó a un hombre que estaba cerca.
El hombre se enfado. “¿Qué te pasa, Teófilo?“,
Cuando parecia que iban a pelearse, otros intentaron separarlos. “Somos amigos, no arruinen la amistad“.
“¿Quién diablos es amigo suyo? ¡Me pateo por una mujer!“. El rico heredero pateado dijo con una cara de agravio.
Teófilo le lanzó una mirada a Horacio, quien estaba sentado en una esquina con el rostro sombrio y sin hablar.
Teófilo frunció el ceño, se quitó la chaqueta y se la puso a Amelia. “La llevaré afuera“.
Los herederos ricos comenzaron a burlarse. “Teófilo, de verdad que eres un romántico“.
“Aquella noche también estuviste en el hotel ¿Acaso es tuyo el hijo ilegitimo de Amelia?“. Preguntó con malicia el heredero que habia sido pateado.
Teófilo era de temperamento explosivo, asi que se abalanzó a golpearlo.
El hombre rápidamente se escondió al lado.
Amelia siguió a Teófilo todavia en estado de shock.
Lo siguió fuera de la sala privada.
El pasillo fuera del bar resonaba con sonidos de los jóvenes disfrutando sin limites en la pista de baile, era ensordecedor. Amelia sintió un zumbido en los oidos y su cuerpo se tambaleó.
Teofilo iba adelante, ni siquiera miró hacia atrás a Amelia.
Llegaron a la entrada del baño y Teofilo sacó un pañuelo, lo humedeció y se lo paso a Amelia. “Limplate la sangre de la cara“.
Amelia se detuvo por un momento, tocó su cara instintivamente y sintio la humedad de la sangre.
Se habla abierto una herida en su frente sin darse cuenta.
Con las manos temblorosas, Amelia tomo el pañuelo de Teófilo y se limpio, luego preguntó en voz baja. “¿Fuiste tu?“.
Teofilo frunció el ceno con impaciencia, no entendió lo que dijo Amelia. “¿Qué?“.
“Hace seis años, en Posada la Llave de Oro, ¿fuiste tu?“. Amelia levantó la vista, sus ojos hinchados pero claros miraron a Teofilo.
El cuerpo de Teofilo se tenso, sintio una opresión inexplicable en el pecho.
Amelia habia sido su primer amor, su amor platónico.
En la escuela secundaria, el era deportista y Amelia la reina de la belleza, su diosa.
En la ceremonia de apertura de los juegos deportivos, Amelia bailo sola el Cisne Blanco.
Era como una estrella centelleante en el cielo, pero ahora habia caldo en el lodo.
Sin luz alguna.
“¿Qué pasa? ¿Has dormido con tantos hombres que ya no puedes distinguirlos?“. Teófilo apartó la vista con sarcasmo. Amelia no dijo nada, bajo la vista hacia la sangre en el pañuelo.
“¿Puedes llegar a casa sola?“. Teofilo trunció el ceño para mirar a Amelia, estaba preocupado por hacerla volver sola a casa a esas horas.
Capitulo 21
Amelia retrocedió con miedo, intentó irse, pero se deluvo y se armo de valor para mirar a Teohlo. Lazaro… es tu hijo? Ella estaba buscando al padre para su hijo, tenia que encontrarlo.
El padre biológico.
Tenia los dedos apretados y los nudillos blancos, Amelia sentia asco por esas personas, asco por todos ellos.
Pero por Lázaro, aún tenía que armarse de coraje para recordar todo lo que habia pasado aquella noche de har e sels
años.
Teófilo se sorprendió, pensó que Amelia habla perdido in cabeza,
¿Estaba buscando por ahi sin rumbo el padre de su hijo? ¿Estás tan desesperada por dinero o por hombres que has perdido la cordura?“.
Amelia obtuvo su respuesta, no fue Teófilo.
La puerta del baño se abrió y Wilson salió con el rostro serlo y un aura fria.
Detestaba los bares, pero no pudo evitar el compromiso de esa noche.
Desde el baño, habla escuchado a una mujer preguntarle a un hombre si era el padre de su hijo, y al salir se encontró con una “sorpresa“.
Era Amelia.
Al ver a Amelia en el espejo, Wilson sintió Ironia, estuvo con tantos hombres que ni sabia quién era el padre de su hijo?
“¿Primo?“. Teófilo se sobresaltó, no esperaba encontrar a Wilson en el baño.
Teófilo y Wilson eran parientes.
La madre blológica de Wilson y la madre de Teófilo eran primas hermanas.
Antes de que la madre de Wilson falleciera, culdaba mucho de la familia de Teófilo, por lo que las dos familias sollan visitarse con frecuencia.
Wilson tenia el rostro inmutable y, con una mirada a Teófilo, advirtió con voz grave: “No Jueques imprudentemente“.
Ser responsable de un hijo llegitimo era un problema, pero más problemático era jugar con la vida de alguien.
El día que Amelia se desmayó en sus brazos. Teófilo también estaba en una de las salas privadas del hotel, Wilson sel enteró después.
Aunque Wilson era Indiferente con su propla familla Gallego, culdaba más a los parlentes por parte de su madre.
No quería recibir una llamada de la madre de Teofilo llorando para que puslera en orden a su hijo.
“Te equivocas, primo…“. Teófilo se tocó la punta de la nariz e intentó explicar. “Este tipo de mujeres, no me interesan“.
Wilson frunció el ceño y miró à Amella.
Amelia bajo la cabeza por instinto y retrocedió, era como si temiera ensuciar la mirada de Wilson
Aquel dia, Wilson le habla pedido a su asistente que le enviara a ella un pastelito….
Era una de las pocas muestras de bondad que quedaban en ese circulo social.
“Llévala de vuelta a su casa y no olvides pagar los gastos médicos, advirtió Wilson a Teófilo, no podia jugar y luego desentenderse.
Teófilo abrió la boca, quiso explicarse. “Yo, no…“.
“La herida en su cabeza no la hice yo, ¿por qué tengo que pagarle los gastos médicos?“, murmuro Teofilo en voz baja. “Creo que simplemente se ha vuelto loca por la pobreza y quiere estafarme“.
“¿Tu padre quebro?“, preguntó Wilson.
Teófilo mostró una cara de sorpresa. ¿Quebro? No que yo sepa“.
Capitulo 23
“Dale el dinero“, insistió Wilson a Teofilo, si lo estafaba era porque se lo merecia.
“No quiero…“. Amelia tenia los ojos enrojecidos y respiraba con temblores, se giró para marcharse.
Habla pensado que Wilson era diferente a esas personas, pero al final todos eran iguales.