Chapter 23
Capítulo23
-¿Alejandro, qué ha pasado con este asunto?– Enrique Hernández frunció el ceño mientras acariciaba a su esposa cariñosamente.
-Ya lo averigué. La noticia fue revelada por Clara Pérez, la nueva gerente de Grupo KS–respondió Alejandro Hernández, evitando deliberadamente la escena amorosa de la pareja.
En su memoria, Enrique Hernández nunca había sido tan cariñoso con él y su madre. Tal vez este hombre ya había olvidado cómo era su madre.
-¿KS… Valencia Pérez?– Ema Celia cubrió su boca y exclamó -¡Ese es el hombre más rico de Valencia! ¿Cómo se involucró mi hermana en esto?
Pére
-Pérez y nuestra familia Hernández han sido enemigos desde hace mucho tiempo Nuestros antepasados tenían rencores profundos. La bisabuela de la familia Pérez hizo un juramento de no tener ningún lazo con la familia Hernández. Cualquiera que viole esta regla será expulsado de la família Pérez- explicó Alejandro Hernández con indiferencia.
Originalmente, no le importaba mucho, ya que se iba a casar con Beatriz Sánchez, no con una hija
de la familia Pérez.
Pero después de escuchar esas palabras, una grieta se abrió en su corazón, y una sensación de frío
se elevó en su mente.
-¡Oh no! ¡Debe ser que la familia Pérez se enteró de que la familia Sánchez estaba a punto de casarse con nosotros, así que secretamente conspiraron para presionarnos indirectamente a través
de Grupo Sánchez! ¡Qué malvados!– Ema Celia se enfureció, retorciendo su pañuelo en las manos.
-Alejandro, debes ver a esa señorita Pérez mañana y encontrar una manera de detener su ataque
contra Sánchez. Este no es solo el problema de Sánchez, sino que también afectará la reputación
de nuestra familia Hernández- ordenó Enrique Hernández con una voz seria. 1
-¿Por qué estás hablando así, Enrique? Alejandro siempre ha sido un niño obediente que sigue lo
que sus padres dicen- dijo Ema Celia en voz baja, acariciando el hombro de su esposo.
-Salvé a los Sánchez solo por Beatriz, no por nadie más, tía Celia- dijo Alejandro Hernández con
ojos de color melocotón y una mirada fría como un pozo oscuro antes de darse la vuelta y salir de
la habitación.
Ema Celia se puso pálida de ira. A pesar de ser la esposa del presidente de Hernández, este joven todavía la llamaba -tía Celia- lo cual era irónico.
-¡Detente! ¿Por qué sigues llamándola tía Celia? Ema es mi esposa, es tu madre. ¿No tienes modales, hijo?– Enrique Hernández se levantó furiosamente y lo regañó.
Alejandro Hernandez se detuvo, pero no se dio la vuelta. Una mujer puede tener varios esposos,
pero
solo se puede tener una madre. Sabes que esto es cierto, no me hagas sentir incómodo, dijo
con frialdad.
Esta noche, Diego Pérez viene a la Ciudad de México a encontrarse con Clara Pérez para cenar, y es
inevitable que se mencione a José Luis y Sánchez.
-Papa ya sabe de tu decisión, no dijo mucho, solo que si hay pruebas contundentes y los hechos
son verdaderos, se buscará justicia, sin perdonar nada. – Diego Pérez ayuda a su hermana a cortar
el filete con cuidado.
-Flores es un desastre con las mujeres, pero en otros aspectos es una persona clara. – Clara Pérez
come un trozo de filete con sangre y entrecierra los ojos mientras mastica.
-Por eso las tres madres están locas por él. Papá, aparte de su infidelidad, tiene una buena moral.
No ha sido malo con ninguna de sus esposas.
—
Si, el que llega tarde se alegra. En la historia, solo los recién llegados sonríen, ¿quién escucha
llorar a los antiguos? – Clara Pérez baja la cabeza y clava el tenedor en el filete.
Diego Pérez mira fijamente los ojos de su hermana, que poco a poco se ponen rojos, y acaricia su
cabeza con amor. -Lo sé, ya no odias a las tres madres, solo no puedes resolver tus sentimientos y
sientes que no es justo para nuestra madre.
Pero, Clara, ¿has pensado que tal vez nuestra madre ya no culpe a papá?
-¿Cómo no culparlo? Solo está mordiendo y soportando en silencio. ¿Qué mujer en este mundo
puede soportar a su hombre con tantas esposas y con tantas cosas en su corazón …?
Clara Pérez se detiene de repente, sin aliento. ¿No es ella también así? Sabiendo que Alejandro
Hernández tiene un amor platónico en su corazón, todavía se enamora profundamente de él y le da todo su amor, solo para ser cruelmente abandonada al final.
Flores es un mujeriego, pero sabe cómo cuidar de las personas. Pero, ¿qué pasa con Alejandro
Hernández? Durante tres años, no la ha mirado directamente a los ojos y sigue hiriéndola con sus
palabras hirientes, juzgando a un hombre noble con una mentalidad mezquina.
¡Realmente está ciega! ¡Ha amado a este hombre desalmado y sin corazón durante trece años!
-Alejandro Hernández ha estado en silencio estos días, no me ha llamado – Diego Pérez bebe su
vino tinto lentamente.
-Je, está ocupado limpiando el trasero de su amor platónico, ¿cómo puede tener tiempo para mí?
Clara Pérez balancea su copa con calma, sus ojos brillantes con una determinación fría y mortal.
-Irene Isabel es demasiado debil, jesta vez, in tamilia Perez se vengara!