Chapter novela completa Capítulo 17
Capítulo 17
Dario, junto a Rosalba, aprovechó la oscuridad de la noche para moverse sigilosamente hasta llegar al
garaje
Al encontrar el auto, Rosalba, sin perder tiempo, ayudó a Dario a subir y arrancaron.
Al salir, tal como esperaban, se encontraron con guardaespaldas por todos lados. Rosalba activó de inmediato las luces altas del auto.
El intenso brillo de las luces altas cegó a los guardaespaldas, impidiéndoles ver claramente quiénes iban dentro del auto, pero al reconocer que era el vehiculo de Luciano, no se atrevieron a detenerlos y les permitieron pasar.
Al ver que lograron salir sin problemas, Einar, que acababa de regresar a la mansión, se agacho y se escabulló de vuelta a su habitación en secreto.
Poco después, las luces de la mansión se encendieron, como si todo estuviera volviendo a la normalidad.
Luciano ordenó a sus guardaespaldas buscar en cada rincón, pero no encontraron a Rosalba.
Sin embargo, en la habitación donde había estado Rosalba, encontraron una computadora. Al encenderla, el dispositivo empezó a repetir sin cesar y con una voz mecánica y potente: “Luciano es un idiota, un idiota, idiota, idiota, idiota…”
Verónica se quedó petrificada al oírlo, “¿Qué hacen ahí parados? ¡Apaguen esa computadora de una vez!”
Clemente también se encontraba desconcertado, ya que la computadora no se podía apagar.
Luciano, furioso, exclamó: “Esa mujer se buscará algunos problemas, ¿cómo se ha escapado?”
“Los guardaespaldas de la entrada dijeron que alguien salió con su auto hace diez minutos, pensaron que era usted y… no lo detuvieron…”
“Maldición.”
Luciano palideció de la rabia, sintiendo cómo su cabeza zumbaba y su sangre parecía hervir.
“Encuentrenia a cualquier costo, quiero a esa mujer de vuelta aqui.”
“Entendido, voy de inmediato.”
En ese momento, Rosalba, llevando a Dario de prisa a casa, sin tiempo para explicaciones, empezó a comprar boletos de avión y a empacar las cosas importantes en maletas con gran agitación.
Mientras empacaba, Rosalba también realizaba varias llamadas telefónicas.
Dario observaba cómo su mamá, agitada pero organizada, preparaba todo para irse.
Se dio cuenta de que su mamá planeaba dejar ese lugar.
“Darito, empaca tus cosas importantes, te llevaré con Leopoldo por unos días, hasta que pueda arreglar unos asuntos y luego te traigo de vuelta, ¿te parece bien?”
Darío, con sus grandes ojos llenos de inocencia, preguntó: “Mamá, ¿por qué le tienes tanto miedo a papá?”
Rosalba se detuvo por un momento, su mirada oscureció brevemente antes de responder con firmeza, “Porque es tan tonto como un cerdo, violento, arrogante, y lo más importante…
*¿Qué es lo más importante?”
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Capítulo 17
“No puedo ganarle, así que tengo que salir huyendo.”
Dario esbozó una sonrisa triste.
Mientras Rosalba seguía empacando, el teléfono sonó de nuevo. Miró quién era y contestó de inmediato.
“Rosi, ¿qué pasa? Estaba en una reunión y no pude contestar antes.”
“Mari, Luciano me encontró. Planeo irme a Solarenia por un tiempo, asi que no estaré en Floridalia. Solo quería avisarte.”
Tras escuchar sus palabras, Marisa exclamó sorprendida, “¿Qué ha pasado? ¿Cómo te encontró? ¿Te encuentras bien? ¿Y Darito? ¿Darito se encuentra blen?”
“Estamos bien, es una larga historia y no tengo tiempo para explicar ahora. Aún no sabe de la existencia de Darito, así que planeo dejarlo con Leopoldo. Asi, aunque él me encuentre, no dará con Darito.”
“Entonces…” Marisa, preocupada, no sabia qué decir. Tras una pausa, propuso, “Rosi, ¿por qué no vuelves a la capital?”
Rosalba se quedó pensativa.
¿Volver a la capital?
Marisa continuó, “Rosi, Luciano y tú no podéis estar huyendo siempre. Además, el Grupo Rosa te necesita. Te deben mucho, Rosi. La capital es tu verdadero campo de batalla.”