La Obesion del ceo por Maricel98

Chapter Capítulo 17



El resto del día reprimí mi tristeza y me dediqué a realizar los balances, pero es muy complicado concentrarme.

Salí de mis pensamientos cuando alguien se acercó a mí y me percaté de que se trata de Dylan.

Él está vestido con una chaqueta color negra de cuero y unos jeans color azul, también lleva un ramo de rosas color blanco con él.

—Muchas gracias —Le agradezco tomando las flores

—Las ví y pensé en ti.Antes de llevarte a tu casa podríamos cenar.

Le diría que debo quedarme a trabajar con Diego, pero él hace media hora está encerrado con Mariana, supongo que ellos cenaran juntos y se irán a su casa.

—Por supuesto, sólo le entrego unos papeles al licenciado.

Estaba a punto de entrar a su oficina cuando él salió del lugar tomado del brazo con su prometida.Noto que Diego le lanza una mirada asesina a Dylan y no comprendo el motivó.

—¡Que cursi! ¡De donde sacaste esas rosas!— Exclama Mariana quien también nos mira mal

—Yo se las regale, señorita.— Responde Dylan

—Licenciado, ya realice el trabajo que me pidió, me iré a casa. —Le comenté mientras le entrego los papeles.

El los toma y me asesina con la mirada — ¡Tú no te irás con este tipo a ningún lado!.

—¿A ti en que te afecta que la gata se valla con este tipo, mi amor?.— Le pregunta su novia

—No quiero discutir frente a los empleados, Mariana. —Él se centra en mí—¿Terminaste los cinco presupuestos?.

—Usted me pidió tres.— Le recuerdo

—¡Eran cinco, Belinda¡ ¡En lugar de coquetear con los empleados deberías ocuparte de tu trabajo!.

—¡Yo no coqueteo con nadie!.

Me percaté que su comentario molesto a Dylan.

—¡No tiene porque hablarle así! ¡El horario de todos los empleados es hasta las 08 PM!.

Él en lugar de enfadarse ríe —¡No pedí tu opinión, empleadito! ¡La próxima vez que intervengas estarás despedido! ¡Por cierto ¿Como te llamas?!

—Él se llama Bruno Cáceres —Mentí porqué Diego es capaz de reportarlo y hoy Dylan inicia su trabajo.

—Bien,Cáceres, lárgate porqué tu horario ya termino.

—Vete, Bruno, yo terminaré muy tarde.

—Ya la escuchaste y por si no te queda claro, las relaciones entre empleados están prohibidas.

Le lance una mirada a Dylan y gracias al cielo él simplemente se fue.Me senté en mi lugar y la volví a encender.

—¡Es increíble que está tipa siga siendo tu asistente! ¡No es más que una inútil!—Se escuchan los gritos de Mariana.

—¡Ya cállate Mariana y vamos a cenar!. —Él se centra en mí —No te vas hasta que termines esos presupuestos y bota esa porquería. — se refiere a las rosas

Simplemente asentí

***

Anoche termine de trabajar a media noche y debí tomar un taxi para regresar a mi casa debido a la hora.

Hoy en la mañana antes de ducharme para trabajar le pedí a Dylan que se mantenga lejos de mí en el trabajo porque Diego podría tomar represalias.

Él se enojó ,pero comprendió que es lo mejor para los dos.

Además soy consciente de que le gustó, pero yo no deseo tener nada con él ni con nadie. En este momento lo único que me importa es mi hijo.

En este instante estoy reunida con Ariel y Diego, estamos intentando armar la propuesta para los socios.

—Perderemos mucho dinero, la oferta más accesible es la de los Villegas.

—Pero aún así perderemos dinero—Agrega Diego —¿Qué propones, Belinda?

—Estuve realizando cálculos y tengo varias propuestas, reducir el costó en las modelos.Las que contratamos son demasiado costosas.

—¡No mis modelos! —Exclama Ariel llevando su mano a su pecho..

—¡No seas payaso!.— Le dice Diego

—Realizar una reestructuración de los productos.

—¿A qué te refieres?

—Los modelos que lleva a la venta la empresa suelen ser únicos e inigualables, destinados a mujeres de alcurnia y distinguidas, propongo que se realicen varias copias del mismo modelo, también podrían ser diseños inspirados en mujeres y hombres comunes, así aumentarían las ventas.

—Entiendo tu idea Belinda y me parece excelente para aumentar las ventas.

—Ariel tiene razón, le planteare esa idea a la junta. ¿Crees que podríamos recuperarnos?.

—Sí, pero no llegaremos a las metas, señor, eso descártelo.

—Más adelante vemos eso. —Él se centra en su amigo —Me traes los informes que te pedí

—Yo voy por ellos—Ofrecí

Diego niega con la cabeza —Le pedí a Ariel

Él simplemente se retira de la oficina dejándonos solos.

—Está noche también nos quedaremos hasta tarde si no te importa.

—Quiero aclararle el asunto de mi amigo.Lo que ocurre es que mi tío me sobreprotege mucho y a él no le gusta que llegue de noche a la casa por eso le pidió el favor a Dylan.

—¿No era Bruno?

—Ese no es el punto, por favor no tome represalias contra él.

Él se levanta y toma el asiento a mí lado sin quitar su mirada de la mía.

Hace algunos días me percaté de que Diego ya no me huye.Antes se alejaba centímetros de mí, pero ahora busca cualquier oportunidad para tenerme cerca y no entiendo el motivó.

—No soy un monstruo, Belinda, reconozco que me eres muy útil. Eres muy inteligente y eficiente.

¿Acaso estoy soñando? ¿Él me está elogiando?

—Gracias, lo único que quiero es trabajar en paz.

—No haré nada contra ese tipo siempre y cuando mantengas tu distancia con él. Hable muy enserio sobre la prohibición de las relaciones con los empleados.

—De acuerdo, Señor.

—Si te portas bien podemos llevarnos muy bien. —El lleva su mano a mi mejilla acomodando mi mechón rebelde detrás de mi oreja.

—Licenciado, este viernes tiene cita con la organizadora de la boda y la señorita Mariana.La cita será en casa de sus suegros a las cinco de la tarde. Me enviaron varias fotografías para que usted elija y también debe realizar la lista de invitados.

—¡Esa maldita boda! — exclama —¿Tú me acompañarás?

—No creo que a la señorita Mariana le agrade

—Eso no me interesa, no soporto escoger esas cursilerías.Elige lo que más te guste y dile que fui yo, también realiza la lista de invitados.

—¿Podría ayudarme con la lista?. No se cuales sean las mujeres indeseables.

Él ríe —Está bien

— Licenciado, también quiero pedirle el sábado libre. Sᴇaʀᴄh thᴇ Find_Nøvel.ɴet website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.

—¿Para qué?

—Es el cumpleaños del hijo de mi tío.

—No lo se, tenemos varias reuniones.

—Por favor, yo nunca le pido nada y de verdad es muy importante para mí.

—¿Cuántos años tiene el mocoso?

—Se llama Aarón y está a punto de cumplir siete años.

—Esta bien, muñeca, si te portas bien en la semana podrás asistir.

***

El reloj acaba de dar las 11 PM y verdaderamente estoy agotada, pero por suerte terminamos todo para la junta de mañana.

Debo admitir que durante estos días si he sentido la ausencia de Fernando. He extrañado su voz, su sonrisa, su mirada y sus palabras de amor, aunque son tan falsas como él.

—¡Buenas noches! —Saluda Ariel lanzando un bostezo y dirigiéndose a la salida

Los dos estamos agotados debido a que trabajamos hasta tarde con Diego. Incluso debimos cenar unos sándwich en la oficina porque no nos dio tiempo de cenar.Ellos bebieron vino blanco y yo un refresco de naranja.

Ariel y yo nos sorprendimos cuando Diego preparo nuestra comida y bebida porque él no suele ser amable con los empleados.

—¡Buenas noches, licenciado! —Tome mi cartera y me dirigí al ascensor pero él extrañamente se adentró en el lugar junto conmigo.

—Te ves agotada, mañana puedes entrar una hora tarde si lo deseas.

—Gracias

No logró verlo bien debido a que el sueño me está ganando. Anoche me desvele mucho y hoy trabaje todo el día.

—Lo siento —Me disculpe cuando lance un bostezo

—Estás agotada, muñeca —Él me toma de la cintura evitando que caiga al suelo—Mañana quiero que me acompañes a la junta.

—Está bien, Licenciado.

Cuándo el ascensor se detuvo me dirigí a la salida de empleados, pero él me detuvo del brazo.

—A partir de hoy, te llevaré todas las noches a tu casa. —Más que una pregunta fue una afirmación

Estoy tan agotada que no me negué.

Su chofer comenzó a conducir y nosotros nos acomodamos en la parte trasera del carro.

En menos de tres minutos comencé a caer en los dulces brazos de Morfeo.

—Eres mía, sólo mía—Siento el calor de unos labios en mí cuello y unas manos en mis muslos subiendo mí falda. —Toda mía, Belinda.

Siento un bulto que sube y baja en la parte baja de mi estómago y unas manos desabrochar mi blusa y masajear mis pechos.

—Estas deliciosa.

—Lo llevo a un hotel—Se escucha una segunda voz — Es lo suficientemente fuerte el sedante que le suministró podría acostarse con ella y la muchacha nunca lo sabría.

—Por ahora sólo quiero tocarla. —Sentí unos labios en los míos y unas manos en mi parte íntima masajeando mi clítoris —Muñeca muy pronto recorreré cada parte de tu suculento cuerpecito. Me rogaras que te haga mía .


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