Chapter Capítulo 15
Narrador omnisciente
Olga está enfadada debido al retraso de su hijo.
Aún sigue molesta porque Fernando no fue escogido como presidente, pero el hecho de que su sobrino Diego haya sido escogido no es tan mala idea porque pronto se casará con su hija.
—¡Tienes una idea de donde se encuentra tu hermano!
Mariana niega con la cabeza —Salió antes que yo ¿El que me preocupa es Diego?.
—Debes cuidar de tu prometido,corazón, recuerda que muchas zorras lo rodean.
—¿Te refieres al adefesio ese?—Ella ríe —Diego, no la tolera muy pronto la despedirá, mamita, nunca entendí porqué odias tanto a esa insignificante.
—Ahora no vale la pena hablar de eso, amor. —Ella se centra en Fernando quien está llegando.
Fernando es el mayor tesoro de Olga, su primer hijo y su adoración. Su más grande orgullo, ella es capaz de hacer lo que sea para protegerlo.
Ella debe protegerlo de las zorras que intentan aprovecharse de él. Ya una vez una niña intento arruinar su futuro con un mocoso que seguramente no era suyo, pero ella logró detenerla.
Esa mocosa no es más que una cualquiera oportunista ,como lo fue su madre, pero ella se encargará de destruirla si es necesario.
—¡Al fin llegas!
—La tormenta me retrasó, mamá.
—Cuando termine la fiesta debemos charlar sobre Jessica, corazón.
—No tengo nada que hablar, mamá.
—¡Mi amor! —Diego saluda a Mariana con un dulce beso en los labios, luego saluda a su tía y primo.
—¡Buenas noches! —Saluda Ariel
—¿Dónde están tus padres, Diego?
—Mi padre y su zorra querrás decir querida tía.
A pesar de que Fernando es hijo de Olga quien tiene su astucia, su fuerza y su carácter es Diego.Ellos han sido muy cercanos desde que él es pequeño y perdió a su madre a la edad de diez años ,en esa tragedia.
Se acerco Aníbal Valencia acompañado de su esposa Carla.Es mucho más joven que su esposo.
Diego no tolera a la mujer y la considera una cazafortunas con la cual no desea compartir la herencia de su padre.
Además, de no tolerar a Carla, no tolera a la mocosa que está tipa procreo con su padre. Megan es el mayor estorbo de su vida.No tiene más de siete años, pero pronto crecerá y se convertirá en un peligro para él.
Él furioso al saber que tiene que convivir con esa odiosa mujer se alejó junto con su amigo Ariel para charlar en paz.
—Tranquilo, pronto acabará este evento y huiremos, podemos irnos con las bellas modelos a tu cabaña.
Diego sale de sus pensamientos cuando se percata de que alguien está entrando al evento.Desde su lugar no puede observar su rostro pero si su cuerpo.
Estatura promedio, cabello largo y liso color castaño oscuro, espalda descubierta, piernas muy bellas.
Siente la necesidad de ver de cerca a esa belleza quien parece perdida.
Ignorando los gritos de Mariana baja las escaleras para observar de cerca a la mujer que se llevará a la cama está noche.
La mujer está charlando con Cielo y María, la están elogiando por su vestido.
¡Maldita sea! Exclamo por dentro Diego al reconocer ese vestido.
—¿Belinda? —Inquiere
Cuando la mujer se giró pudo mirarla más detenidamente y confirmar que se trata de ella.
Su rostro se ve completamente diferente con maquillaje, pero sigue siendo ella, lo puede percibir por su mirada.
Esa mezcla de verde y marrón solo lo posee ella. Su rostro libre de imperfecciones ,parece el de una auténtica princesa, sus labios lucen provocadores con ese labial.
De no ser por el vestido no la reconocería.
Pero más que su rostro es su cuerpo y principalmente, su escote es lo que llama su atención.
—Licenciado, Valencia —Pronuncia Belinda
—Belinda ¿Te ves muy diferente? —Ariel se le adelanta y la saluda con un beso en la mejilla —Estás preciosa
—Gracias, disculpen la demora, es que había mucho tráfico.
—¡Diego, Ariel!. —Habla Don Edward quien se acercó a ellos y le regaló una mirada a Belinda.
No es una mirada lujuriosa como los muchachos él simplemente la mira con nostalgia.
—Que gusto volver a verte —Él la saluda con un beso en la mejilla
—Igualmente, Licenciado Galván.
—Diego, mi hija te busca, está a punto de iniciar el desfile.
—Enseguida voy, tío.
—Los veo después estaré en el sector de empleados.— Saluda Belinda
Belinda se dirigió con sus amigas a los asientos reservados para empleadas mientras las familias Galván y Valencia se sientan adelante al igual que los ejecutivos y los clientes importantes.
Diego dio un pequeño discurso presentando la colección y agradeciendo a cada uno de los empleados.Las modelos en pareja comenzaron a desfilar las diferentes prendas, se ven de pésima calidad y las personas murmuran entre si.
—Creí que los vestidos serían más bonitos —Comenta Cielo
—Le advertí que esas telas no eran buenas —Exclama Belinda
Al terminar el desfile Diego debió dar unas entrevistas a los medios explicando que sufrió unos inconvenientes con las telas, pero que el próximo desfile mejorará.
Mariana más que enfadarse por el pésimo resultado del desfile está molesta al ver un vestido exclusivo en el cuerpo de Belinda.
La pobretona insignificante con la cual siempre ha tenido que compartir clases ahora es el centro de las miradas.
—¿Qué pasó, Belinda? —Le pregunta Aníbal —Sí te escogí como asistente de Diego es porque además de ser buena economista tienes experiencia en los diseños.
—Intente decirle al licenciado que esas telas no eran de buena calidad pero….
—Pero nada, Belinda.
—Aníbal quien toma las decisiones sobre cuál producto se utiliza es tu hijo Diego, no intentes culpar a una empleada. —Contraataca Edward —Te advertí que la mejor opción para presidente era Fernando, pero no quisiste escuchar.
—No quiero discutir en este momento y frente a los empleados. — Sentencia antes de irse
—¿Estás bien, Belinda?
—Si gracias, Licenciado Galván
—Acá estás —Fernando se acerca a Belinda y abraza su cintura, lo cual molesta a Edward.
Él conoce la personalidad de su hijastro y su sobrino con respecto a las mujeres y no le gustaría que la muchacha resulte lastimada.
—Fernando, tu madre te busca.
—Enseguida voy, Edward.
Su relación con su padrastro nunca ha sido la mejor.
Él nunca lo consideró un padre, al contrario, lo cree un usurpador y Edward lo ve como un muchacho irresponsable aunque reconoce que es un excelente profesional y por ello, lo recomendó como presidente de la compañía.También reconoce que es un gran hermano para su hija Mariana, pero ciertas actitudes de Fernando le molestan.
—¡Papi, Fer! ¡Acá están! ¿Han visto a Diego?.— Pregunta Mariana
Su padre niega con la cabeza
—¿De dónde robaste ese vestido?—Le pregunta a Belinda
—Yo no robe nada señorita Mariana, lo compre.
Ella ríe —Ese vestido es exclusivo y tú eres una muerta de hambre.
—¡Mariana! —La reprende su padre
—Yo le regalé el vestido ¿Tienes algún problema? —Habla Fernando
—Deberías irte niña este es un asunto familiar —Olga le lanza una mirada asesina
—Si ya me voy
—Espérame en el estacionamiento —Fernando susurra en su oído antes de que ella se aleje.
Definitivamente, fue un terrible error utilizar este tonto vestido.
Se alejó del rumbo a la salida para buscar un taxi debido a que ya no tiene nada que hacer, pero antes de salir alguien sostuvo sus brazos y la atrapó arrastrándola hacia el jardín.
Ella puede ver la furia en la mirada de Diego.
—¡Todo fue un fracaso!
—Yo lo siento..
—De qué me sirve que lo sientas, Belinda.
—Le intenté advertir, señor
—¿Ahora es mi culpa?
No respondió nada lo cual lo enfureció y llevo sus manos a su cabello ejerciendo fuerza y unió su nariz a la suya.
Más que golpearla lo que desea es devorarla de pies a cabeza, pero no es ni el sitio ni el momento para hacerlo.
Belinda siente terror porque Diego Valencia más que lastimarla tiene el poder para arruinar su vida y la de su familia si lo desea.
Lo mejor será largarse y buscar otro trabajo. Fernando tiene razón nada vale más que su libertad.
—Yo puedo decir que todo esto es mi culpa y renunció como siempre lo quiso.
—¡Tú no dejarás de ser mi asistente! —Él lleva sus manos al cuello de la joven la cual no deja de temblar.
—Pero hoy se cumplió el mes, yo renunció.
—Exacto y ya decidí que me quedaré contigo. Mañana te quiero a primera hora en la empresa y quiero que me regreses ese vestido.
—Claro, Señor
—Solamente buscas provocarme al utilizarlo
—Claro que no, fue un error. Yo lo llevo a la tintorería y se lo regreso, señor.
—No quiero que lo lleves a ningún lado.
Él toma su brazo y la guía hacia la parte trasera del lugar por la cual se escabulleron hacía el garaje. Diego le ordenó a uno de sus empleados que le informé a su familia que se fue.
Él empujo a Belinda en la parte trasera del carro junto con él y le ordenó al chofer que comience a conducir.
Para ella es extraña esta actitud de Diego. No sabe si es capaz de asesinarla o algo mucho peor, este hombre es impredecible.
—¿Cuál es tu direccción?
—Barrio de las Mercedes Avenida solares 476
—Bien—Él asiente —¿Vives sola?
—Con mi abuela
—Entonces vamos a un motel
—¿Perdón?.
Él ríe fuerte al observar su rostro de pánico.
—Es broma, Matt, ve a la dirección que te indicó.
—Sí señor Valencia. —Asiente el chofer
Cuando ella tomó su celular se percató de que Fernando la está llamando.Diego le quitó el celular y apago el aparato.
—Deme mi celular
—Yo creo que no—Él abre la ventana y estira la mano amenazando con lanzar el aparato.
—¡Entregueme mi celular! —Belinda intenta arrebatarle el celular sin tener éxito —¡Diego!.
Él cerró la ventana y lanzó el celular en la parte trasera del carro mientras Belinda lo busca se subió su vestido, pero Diego no piensa decirle por qué le fascina la vista de sus bragas.Yomó su cartera y comenzó a husmear en ella.
—¿Qué es esto? —Ríe al ver un paquetito plateado
—Wendy..
—¿Planeabas acostarte con mi primo?
—Ese no es su asunto
Ella tomó su cartera y la cerró rápidamente.
—¿Dónde está ese maldito celular? —Ella no logra encontrarlo
Es excelente la vista de las piernas y el trasero de Belinda, pero desgraciadamente para Diego ella no tardo en encontrar el celular.Al transcurrir unos minutos llegaron a la dirección de la casa.
—Gracias por traerme, Matt.
—No es nada señorita
—Soy yo quien le ordene que te traiga muñeca
—Gracias licenciado Valencia
—¡Matt , bájate del carro!
—¿Qué? —Pregunte confusa
—Ya escuchaste.
Él simplemente asiente y baja del carro yo estaba a punto de hacer lo mismo, pero él coloca el seguro en la puerta.
—¡Quítate la ropa!
—¿Qué? ¡Estás loco!
—Ya escuchaste o acaso quieres que mi chofer espere durante esta horrible tormenta bajo la lluvia. Es un hombre grande Belinda.
—Yo entro a la casa me lo quito y se lo regreso.
—Aquí no se hace lo que tú dices.Puedo estar acá toda la noche Belinda.
—¿Es una broma verdad?, Moriré de frío afuera.
—Por eso estamos afuera de tu casa, no tardarás en entrar.
—Está bien, pero cierre los ojos.
—No tienes nada que no haya visto
Belinda se desata la parte de arriba del vestido y se lo quita de la cabeza para arriba quedando en ropa interior. Siente mucha vergüenza de que Diego la vea así y él disfruta la bella vista.
—Estoy de buenas y por eso puedes conservar la ropa interior.
—¡Ya abra la maldita puerta!
Él en un movimiento rápido se quita el saco y se lo entrega para cubrir su cuerpo.
—Primero me pide que me quite la ropa y ahora me entrega el saco para que me cubra ¿Está loco?
—La vista de tu cuerpo semidesnudo solamente me pertenece a mí ahora lárgate antes de que me arrepienta.