Chapter Capítulo 42
Capítulo 42
“Gabi, ¿qué estás haciendo?” Sofia entró a la habitación después de tocar la puerta y preguntó con curiosidad: “¿Qué es esto?”
Gabriela respondió: “Es una computadora nueva que compré, pero parece que está rota. La estoy desarmado para revisarla.”
“¿Y podrás volver a armarla después?” preguntó Sofia, asombrada.
Gabriela se pasó la mano por la frente para secar un poco de sudor y dijo: “Si, no hay problema.”
Dicho eso, Gabriela añadió: “Ah, mamá, mañana nos mudamos.”
“¿Mudarse?” Sofia se quedó sorprendida por un momento.
Aunque vivir en un sótano no era bueno para la salud, los precios de los alquileres en Capital Nube no eran baratos. ¿De dónde habia sacado el dinero para una nueva vivienda?
Gabriela sonrió y le explicó: “No te preocupes por el dinero. Hace unos días, las acciones y fondos que compré subieron y gané algo de dinero. Ya pagué lo que le debía a mi compañera de clase y con el resto podemos cubrir el alquiler de un año.”
En realidad, todo el dinero lo había ganado en el casino.
Gabriela todavía no estaba del todo familiarizada con las reglas de ese mundo, ¿cómo se iba a arriesgar a invertir en la bolsa? Por supuesto que haría lo que mejor sabía hacer.
Por el momento, sólo tenía suficiente dinero para el alquiler.
Después de completar la primera misión y recibir la comisión, tendría un ingreso considerable.
Después de todo, era una misión de nivel SSS, la comisión no sería pequeña.
“Está bien, entonces voy a empezar a empacar,” dijo Sofia.
Gabriela sonrió y le dijo: “Mamá, podemos deshacernos de esos viejos trastos. El nuevo lugar que alquilé ya viene con todo. Tú y el tio solo tienen que llevarse algo de ropa.”
Sofia parecía renuente a deshacerse de sus cosas y dijo, “Entonces, voy a ver si puedo vender algo de esto al depósito de chatarra.”
“Está bien,” Gabriela asintió con la cabeza,
En ese momento, si Gabriela hubiera entrado a un sitio web tecnológico, habría visto que el mundo estaba discutiendo sobre ella en línea.
El usuario El vecino perro dijo: ¿Vieron? ¡Alguien aceptó la misión SSS de diez estrellas que estuvo colgada por medio mes! @Bernadotte–YC]
DA_Dominguito puso: [¡Carajo! ¡Grandioso! Por favor llévame contigo @Bernadotte–YC]
La usuaria Lluvia Guerra puso: […¿No se han dado cuenta de que este Bernadotte es un novato nuevo?]
Yo soy 123456 puso: [Rayos! Realmente es una cuenta nueva!]
El usuario Fuerte olla con Julián puso: [¡Me voy a volver loco!]
El usuario El octavo de là escalera puso: [Ese Bernadotte me recuerda a mí mismo hace diez años…]
14:06
El usuario Tengo un husky puso: [Creo que voy a llorar de la emoción. Esperé tantos dias, ¿por qué no vino un verdadero as a tomar esa misión SSS?]
El usuario Papá de dos niños puso: [Si alguien completa esa misión, voy a llamarlo papá.]
El usuario Soy José puso: [Secundo la moción!]
El usuario Cosas del pasado puso: [Captura de pantalla tomada!]
El usuario Feliz todos los dias puso: [¡Captura de pantalla tomada!]
El usuario Años como agua también puso: [Captura de pantalla tomada!]
[…]
Nadie creía que ese tal Bernadotte podría completar la misión SSS. No pasó mucho tiempo antes de que todos se distrajeron con otros asuntos.
Al saber que se mudarían al día siguiente, Sergio se puso muy contento, “Mañana traeré el camión de carga de nuestra empresa para llevarnos los muebles.” Dijo él.
Gabriela sonrió y dijo, “Un camión de carga es demasiado exagerado, no tenemos tantas cosas. Una camioneta será suficiente.”
“Entonces será la camioneta,” asintió Sergio.
Por la noche, Sofía ya había empacado todas sus pertenencias, que juntas formaban un pequeño montón.
“Gabi, ¿también tiramos este televisor?” Preguntó Sofía.
Gabriela miró de reojo y dijo, “Si, tíralo. ¿No es ese que ya no funciona?”
“Está bien.” Asintió Sofia.
Aunque esas cosas ya estaban muy deterioradas, Sofía las había adquirido con esfuerzo. Deshacerse de ellas para venderlas era duro para ella, y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Pero hay cosas de las que hay que despedirse, no importa cuánto duela.
Necesitaba mantenerse al día con los tiempos. Su hija era tan exitosa que no podía permitirse ser una
carga.
Después de más de una década viviendo en un sótano, finalmente iban a mudarse. Los vecinos envidiaban a Sofia, “¡Sofía, felicidades! Finalmente te estás mudando de aquí.” Dijo uno de los vecinos que estaba por ahí.
Capítulo 43