Chapter Capítulo 14
Capítulo 14
“Caballero Alfa, déjame presentarte a mi nueva novia, Taya Palmer.”
Roman me presentó como su novia sin dudarlo, lo que me sorprendió por un segundo.
No esperaba que el pervertido me presentara de la manera que esperaba escuchar caer de los labios de otra persona…
Y que ese alguien estuviera jugando con su copa de vino y ni siquiera me mirara.
Como si todo lo que sucedía aquí no tuviera nada que ver con él. Parecía frío y despiadado, cada centímetro del Alfa indiferente.
***
Al ver que Griffon no estaba interesado en Taya, Roman rápidamente hizo que Taya levantara la barbilla.
“Caballero Alfa, ¿no crees que se parece mucho a Tara?”
Cuando fue a la Corporación de Manadas del Medio Oeste hoy, conoció a Tara, que se parecía a Taya.
Después de algunas investigaciones, descubrió que Tara, que acababa de regresar al país, era la loba de Griffon.
Se había apresurado a ir a la manada de caballeros y había convencido a Griffon de asistir a la reunión enfatizando el parecido entre Taya y Tara, con la esperanza de asegurar el proyecto que había estado considerando.
Al escuchar lo que Roman dijo, Griffon levantó lentamente sus fríos ojos.
Miró a Taya de arriba abajo.
A pesar de que sus ojos color avellana parecían estar velados por la niebla, no se podía discernir ninguna emoción en ellos. Después de unos momentos de
silencio y mirándola, habló en un tono despreocupado: “Ella no es nada comparada con Tara”.
Sus palabras me atravesaron como una puñalada y estaba segura de que me iba a desangrar allí mismo.
—Por supuesto, no se puede comparar con la señorita Thorin.
—Roman me agarró la barbilla, mirándome con desprecio y dijo—: Es una huérfana sin poder ni antecedentes, sin siquiera un lobo. La señorita Thorin es la única hija del élder Thorin, con una educación e inteligencia superiores. ¿Cómo puede Taya compararse con ella? —Sí
, ¿cómo podría compararme con Tara?
Apreté los labios con fuerza y no dije una palabra, pero el dolor me invadió en oleadas.
Las palabras despectivas de Roman hacia mí eran simplemente un intento de
Griffon lo aduló, pero Griffon no pareció notarlo en absoluto. Ni siquiera le dirigió una mirada a Roman y en cambio siguió jugando con su copa de vino, manteniendo la cabeza gacha.