Chapter 20
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Cedrick
– Está de más decirte, que esto es algo que solo podemos saber los que estamos en esta sala – le dije cambiando el tema y ella subió la cabeza y asintió.
Nadie más lo sabe, no le he dicho a nadie.
– Bien, ocuparás desde hoy una habitación en la mansión al lado de la mía, para facilitar la tapadera de la pareja perfecta y la cuestión del ritual para sacar tu poder- comencé a pensar en todos los
preparativos.
– Necesito un tiempo para anunciar esta noticia, como entenderás, va a ser un poco extraño que de repente el Alfa se enamore
perdidamente de una desconocida ella asintió y estaba complacido de hablar con alguien inteligente.
– Aprenderás tus deberes de Luna y solo nosotros sabremos de nuestro acuerdo.
Tendrás que relacionarte con los miembros importantes de la manada y hacer lo que te corresponde – la sentí más asustada y
nerviosa.
– No te preocupes, alguien te enseñará.
– Bien, entiendo, haré lo mejor para no defraudarlo – me dijo sacando seguridad.
Debo admitir que cada vez me gustaba más esta pequeña loba.
Por mucho que la intimide, ella intenta resistirse a la sumisión de todas las maneras posibles.
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Su cuerpo tiembla, pero su espíritu se mantiene fuerte.
No sé qué sucedió con su mate, pero desde que la conocí, comprendí que ha tenido una vida difícil.
– Por cierto, lo siento por lo de ayer. Surgieron complicaciones serias y no pude acudir.
Recordé que efectivamente la había dejado plantada por el ataque que sufrió Amalia, o eso creía, no sabía si ella acudió a la cita.
Por su cara de sorpresa y luego su asentimiento, supe que si fue y pensar que se había quedado esperando por mí, me hizo sentir culpable.
Algo raro e inexplicable se movía en el pecho.
– Ya escuchaste todo, ¿qué opinas? – mi Beta la había llevado a su
habitación y ahora regresaba.
– Es algo increíble que haya caído ese poder en tus manos. No podemos dejar pasar esta oportunidad – me respondió y asentí.
Vincent no solo era mi Beta, también era uno de mis mejores ar al menos, el que me quedaba vivo.
– Tampoco te vi resistiéndote mucho a aparearte con esa loba. ¿ Estás consciente de que no sabes bien, en qué te estás metiena
-¿Eamon estará de acuerdo? – me pregunta tomándose la
confianza de cuanto estamos solos.
“Estoy de acuerdo” respondió mi lobo, que ya había hecho de las suyas rondando a la Omega.
– No sé qué carajos le pasa a Eamon, parece que está cerca de su celo y no para de joderme la vida.
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– Pero es mejor que no se resista como en otras ocasiones o todo. sería más complicado respondí fastidiado
-¿Quién le enseñará los deberes de Luna? Puedo sacar un tiempo para mostrarle…
– No es necesario lo corté y la imagen de Raven espiándolo mientras luchaba y su admiración, me hizo rechinar los dientes.
Si tenían que estar juntos casi todo el día, quizás ella decidía que en vez de un Alfa, necesitaba un Beta.
“Puedo destrozar al lobo de Vincent sin esfuerzo, ¿cómo se atreve esa pequeña a desear a ese imbécil? Ya le mostraré lo que es poder cuando la vea de nuevo”
Eamon estaba gruñendo al lobo de Vincent que mostraba su sumisión al Alfa.
Veré quien puede, tú tienes mucho trabajo que hacer.
– Claro me respondió y pude ver la burla en el fondo de sus ojos.
–
– Sabes que los ancianos del consejo no estarán de acuerdo con esto, ¿no? Sería más fácil para ti si le dices tus motivos.
– No respondí sin pensarlo ni un segundo.
Raven es demasiado valiosa, cualquiera la codiciaría. No quiero los ojos de nadie sobre ella.
– Igual, pon al menos un guerrero, protegiéndola todo el tiempo. cuando salga de la mansión. Nadie puede dañarla.
– Me importa un comino la opinión de esos cáncamos y más ahora cuando sospecho de conspiraciones por todos lados. Sé que hay traidores dentro de ellos, solo que no hemos podido detectarlo y eso me tiene muy preocupado.
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– Más ahora, con este paso que deseo dar. Si voy a por la cabeza del Rey Alfa, no puedo tener un cuchillo amenazando mi cuello.
– Si ese hombre se entera de que voy a por su trono, si alguien nos delata desde adentro, antes de empezar, estamos acabados.
– Raven es nuestra arma secreta. Nadie puede saber de ella. Si tengo. que fingir que la amo con locura lo haré, pero nadie puede saber que la mantengo a mi lado por el poder que esconde.
-¿Y Lady Amalia?
– Tampoco, no quiero cargarla con más asuntos críticos. Me tiene demasiado angustiado su enfermedad y esta vez la recaída fue seria.
Ella puede enseñarle el papel de Luna a la Omega – sugirió y me quedé pensando en esa opción.
– Ya veré que hago, pero me parece una buena idea, hablaré con
Amalia.
– No creo que ella se trague eso de que te enamorase de repente, como casi nadie en la manada, eres demasiado frío con todas last
lobas.
No me interesa, se lo tendrán que tragar a la fuerza porque no pediré la opinión de nadie. En cuanto a Amalia, quizás en el futuro le diga, pero siento, que mientras menos sepa, mucho mejor.