La Alfa Raven de Esclava a Reina by Luna Nova

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No pude evitar asombrarme. 

Estabamos tan íntimamente cerca, que mi corazón latía como loco y tenia miedo que lo escuchara. 

Los húmedos toques de su lengua me recorrían con erotismo y cerré los ojos sin poder evitarlo, gimiendo, cuando la suave punta recorrió la esquina de mi boca y comenzó a bordear mi labio inferior. 

Sus afilados caninos me rozaban de manera peligrosa y oscura. 

Abrí los labios, deseosa de más contacto. 

Había dado pocos besos en mi vida y solo a mi ex mate, sin embargo, nada tan excitante y ambiguo como esto, que ni siquiera 

era un beso real. 

Todo su enorme e intimidante cuerpo aprisionándome contra el árbol y senti cómo algo duro y caliente se rozaba constantemente contral 

mi muslo. 

Cuando creía que esa deliciosa lengua penetraría en mi interior, la oscura y ronca voz del Alfa resonó en mi oído. 

– Hoy, a las 7 de la noche, te espero aquí. 

Y antes siquiera de poder decir nada, se alejó con grandes zan 

y me dejó ahí, derretida contra el árbol. 

“Pensé que habías dicho que era un creído prepotente, ¿ahora res 

que vas pidiendo besos a los indeseables?” 

“¡Cállate Sena!, sabes muy bien que la saliva de los hombres lobos es curativa, solo me estaba quitando las marcas rojas” 

“¡No pienses que no vi lo que hacías con ese salvaje Alfa a mis 

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copaivas: 

THIE HEILIIII COTT iuo “IL;””uo CIT ETBTILo’ T TCCSFIE algo de la dignidad perdida. 

“Bueno, una tienes sus necesidades y claro, ante semejante Alfa…” 

“Ay, ya basta, por la Diosa, eres una descarada” y caminé sonriendo a 

yo continuar mi trabajo con el corazón, aun latiendo como loco. 

“No sé qué quiere el Alfa, pero es nuestra oportunidad para ver si es confiable y mostrarle nuestro poder” 

“Lo necesitamos ahora más que nunca para hacerle la propuesta” 

“Raven, estoy preocupada, eso es muy arriesgado y si el Alfa nos traiciona, si se asusta y no acepta. No te dejará aquí en su manada, quizás termines asesinada como tu madre” 

“Sena viví toda la vida esperando y dudando, ya no más. Es hora de ser valientes” z 

“Solo él puede ayudarnos, no me he encontrado con otro Alfa más poderoso. Es todo o nada” 

Y con eso en mente, decidí tentar al Alfa hoy con mi poder, solo que llegué al área de entrenamiento y esperé, esperé, sin embargo, él no apareció. 

“Creo que te han dejado plantada” me dijo Sena y no voy a negar que sentía algo de desilusión y molestia 

“Pues sí. Supongo que este fue su castigo por encontrarme espiando y yo caí como la estúpida que soy” suspiré con resignación. 

Esto, solo me había demostrado una cosa, seguía siendo muy suave de corazón y muy ingenua. 

Si deseaba obtener poder y utilizar al Alfa, la primera que no se podía confundir era yo. 

Parecía que aún no aprendía la maldit4 lección. 

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Todo sería un negocio a conveniencia de ambos y nada más. 

“Vámonos, ya es muy tarde y no debemos andar solas, que mira el otro día como casi nos metemos en problemas” 

Y luego de esperar por alrededor de 2 horas como tonta, hice mi camino de regreso, con algo de enojo y desesperanza. 

“¿Esa, no es Diana?” 

Sena me preguntó y ciertamente, era mi compañera de cuarto, pero cuando hice por levantar la mano y llamarla, algo en su actitud, me llevó a cambiar de idea. 

Miraba a todos lados, nerviosa y luego se internó en la oscuridad del bosque circundante, ¿a dónde iría a estas horas? 

Pero cada cual tenía sus asuntos y sus secretos, así que caminé hacia la vieja casa donde estaban nuestras habitaciones. 

Entré y como siempre, había sus grupitos de chicas por aquí y por allá, fumando y charlando. 

Sabía muy bien que ya tenía el cartel de soplona y no me importaba, por defenderme la delataría de nuevo. 

Nadie aquí me iba a dar una medalla al aguantar callada y carg la culpa. 

Caminé por el gran recibidor, para subir las escaleras de made segundo piso, donde estaban los cuartos, pero fui detenida por de las mujeres, una pelirroja con muy mala pinta. 

— 

– Nueva, la jefa de las esclavas quiere verte, acompáñanos – me ordenó en mala forma y mirándome como si fuera una basura. 

– Es tarde, con la restricción del horario, no podré regresar a tiempo a mi habitación – le dije, mirándola igual de frente y preparada para lo peor. 

Sentía como todas las demás que estaban con ella, me iban. 

acorralando en el medio, como un animal. 

– Es una orden de la jefa, ¿la vas a desobedecer? 

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– Esta se cree muy importante porque el Alfa le tuvo lástima la última vez, ¿qué pretendes, que venga la jefa a buscarte personalmente? – alguien me empujó por el hombro desde atrás. 

– Oye, no tienes que empujarme, no he dicho que no quiero ir, pero a esta hora no, iré mañana, ¿qué puede ser tan urgente? 

Sena estaba dentro de mi enseñando los colmillos a esta jauría de 

hienas. 

Creo que no estás entendiendo, no te estamos dando opciones, Omega, vienes conmigo ahora mismo o te llevamos a rastras – y 

comenzó a caminar amenazante hacia mí. 

Sentía la malicia rodeándome. 

El consejo de Diana me vino a la mente “no dejes que te propongan nada o te lleven a un sitio apartado de noche” 

No dejaría que me atraparan, así como así. 

Que me involucraran en algo turbio, así que hice lo único que se me ocurrió en esa situación tan tensa. 

Saqué mis garras y le herí el brazo a la loba que tenía delante, lista para atacarme, a la vez que la empujaba con todas mis fuerzas. 

Ella cayó al suelo chillando y aguantándose la herida sangrante, mi objetivo de tomarla por sorpresa funcionó y la escena se quedó congelada por unos segundos que aproveché. 

Con la misma me abalancé hacia la escalera y corrí como demente a mi cuarto. 

-¡Agarren a esa maldit4, la voy a despellejar viva! – gritos y maldiciones se escuchaban a mis espaldas, al igual que pasos apresurados. 

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