Forgotten Wife: Let the Traitors Kneel Down

Chapter 47



Chapter 48: 47 47 La promesa de una cita Cuando llegaron al lago Abril los ojos de Abril brillaban de emoción, esa era la primera vez que ella veía un lago, era hermoso, Alessandro le preguntó.

_Te gusta? _Me encanta, nunca había visto algo tan hermoso.

Abril se veía como una niña llena de emoción, eso hizo que Alessandro recordará el pasado, de la primera vez que sus padres lo habían llevado al lago, él se había mostrado igual de emocionado que ella.

Alessandro tomó su mano y le dijo.

_El barco está por ahí, vamos.

Había un hermoso barco decorado con cortinas para cubrirlos del sol, con cómodos asientos para disfrutar del paseo en la orilla de lago en un pequeño muelle, Abril veía todo con gran emoción y asombro, una gran sonrisa se dibujaba en su rostro, esa era la primera vez que Alessandro la veía tan feliz estando a su lado.

Ellos subieron al barco, al subirse Abril sintió que se tambaleaba, Alessandro la sujetó de la cintura y le dijo.

_Ten cuidado.

Él la ayudó a sentarse, el barco se puso en marcha poco tiempo, Abril preguntó.

_ ¿Cómo se mueve el barco? _Con mi magia.

Abril se acercó al borde del barco y al mirar el cielo reflejado en el agua como si fuera un gran espejo le dijo.

_Es increíble, gracias por mostrarme algo tan maravilloso.

_Podemos venir seguido si quieres.

_Si, me gustaría.

Cuando el barco llegó al centro del lago Abril vio unas hermosas flores blancas flotando en el lago, ella se quedó maravillada, Alessandro sacó una de las flores del lago, la secó con su magia y se la entregó a Abril.

_Esto es para ti ya que parece que te gustan mucho.

Abril tomó la de cerca era aún más hermosa, los pétalos blancos parecían brillar con el reflejo del sol, ella los acaricio con la yema de los dedos y le dijo.

_Es hermosa.

Alessandro pensó que ella era aún más hermosa que esa flor, sus cabellos rojizos que caían como una cascada por sus hombros, haciendo contraste con su pálida piel, sus labios rojos como dos pétalos de rosas y esa sonrisa que hacían que todo brillara con una luz mágica, sin darse cuenta las palabras escaparon de la boca de Alessandro.

_Tú eres mucho más hermosa que esa flor.

Abril se sonrojo, ella no estaba acostumbrada a recibir halagos, es más, ella ni siquiera se consideraba hermosa ya que nunca nadie se lo había dicho.

Alessandro se puso en pie, el barco se tambaleo un poco, Abril tuvo miedo de que el barco se diera vuelta, cuando Alessandro se sentó a su lado ella lo abrazó aferrándose a él.

_Es raro que desees abrazarme.

_Esto no se dará vuelta, ¿Verdad?, no se nadar.

_Tranquila, eso no sucederá y si lo hiciera, yo te rescataría.

_Prefiero que no pase.

Alessandro tomó su barbilla para que ella le mirase, le dio un suave beso en los labios y le dijo.

_No tienes que temer, yo te protegeré.

*** Cassian volvió a su habitación y termino de leer el libro, después decidió ir a la ciudad para ir a agradecerle a Laila por haberle recomendado un libro tan bueno, pero no quería ser acompañado por sus guardias así que se vistió con ropas sencillas y se escapó del palacio como solía hacer en el pasado, al llegar a la ciudad él fue a la librería, Laila estaba acomodando unos libros en una estantería, cuando vio entrar a Cassian le sonrió y le dijo.

_Hola, me alegra que hayas vuelto.

_El libro que me recomendaste era muy bueno.

_ ¿Ya lo has terminado de leer? _Si, estaba tan bueno que no podía parar de leerlo.

_Que bien y has venido a buscar otro libro o a invitarme a una cita.

Cassian se sonrojo, él solo había para agradecerle.

_Solo quería agradecerte por recomendarme un libro tan bueno y me gustaría que me recomendarás otro.

Laila se movió entre las estanterías, tomó un libro y se lo entregó a Cassian.

_Este te gustara, es muy bueno.

_Gracias.

_Pero aún me debes una cita, prometiste llevarme a dar una vuelta si volvías, lo recuerdas.

_No recuerdo haberlo prometido.

_Da igual, yo si lo recuerdo, así que, ¿A dónde piensas llevarme? _Yo no...

_Si no sabes a donde llevarme elegiré yo.

Laila llamó a su abuelo que estaba detrás de la tienda y le dijo que saldría a dar una vuelta, después tomó la mano de Cassian y le dijo.

_Vamos.

_ ¿Aún no he pagado el libro? _Me lo pagas la próxima vez que vuelvas.

Laila arrastró a Cassian fuera de la tienda, cuando se encontraron en la calle él le dijo.

_No me gustan mucho las multitudes, y tampoco puedo dar caminatas muy largas.

Dijo Cassian mientras sostenía apretaba su pierna.

_No te preocupes, conozco un buen lugar que está cerca y es tranquilo, vamos.

Laila lo llevó hasta una cafetería, era un lugar sencillo donde vendía pasteles y dulces, ella le dijo.

_Venden unos postres deliciosos en esta tienda, ¿Te gustan las cosas dulces? _Si.

Laila busco una mesa desocupada, había una cerca de la ventana, ella llevó a Cassian aun sosteniendo su mano, ambos se sentaron y una joven de cabello castaño la saludo.

_Hola Laila, ¿Quién es tu amigo? _Hola Dina, se llama Cassian, Estamos en una cita Respondió Laila con total honestidad, Cassian se sonrojo.

Dina pensó que era adorable y le dijo.

_Cassian cuida bien de mi amiga, ella puede ser un poco atolondrada, pero es una buena chica.

Cassian no supo que responder y se quedó en silencio.

Después de que Dina les preguntara lo que querían se fue, Cassian le dijo.

_No estamos en una cita.

_Por supuesto que sí.

Respondió Laila con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

Dina volvió con dos trozos de tarta de manzana y limonada, Laila se metió un bocado de tarta en la boca y le dijo.

_Esta deliciosa, debes probarla.

Cassian le dio un bocado a la tarta, estaba muy buena, él le dijo.

_Es deliciosa.

_Me alegro de que te haya gustado.

_ ¿Por qué me has traído aquí? _Por que queda cerca de la librería y además me encanta la tarta de este lugar, mis padres me traían aquí cuando era una niña, tengo muy buenos recuerdos de este lugar, por eso quería hacer más buenos recuerdos trayendo al chico que me gusta.

Cassian se sonrojo, él no estaba acostumbrado a tratar con alguien tan directa como lo era Laila, él le dijo.

_Yo no puedo corresponderte, creo que estas perdiendo tu tiempo.

_ ¿Estás casado? _No.

_ ¿Tienes una amante? _Tampoco.

_ ¿No te gustan las mujeres? _Me gustan las mujeres.

_ ¿Entonces no te parezco bonita? _Tampoco es eso, tú eres muy bonita.

Laila sonrió satisfecha al escuchar decirle que era bonita, ella dijo.

_Entonces no veo cual sea el problema.

_Yo estoy enamorado de otra mujer.

_De la persona a la que le compraste los libros.

_Si.

_ ¿Y ya se lo has dicho? _No, no podré decírselo nunca ya que lo nuestro es imposible, ella es una mujer casada.

_Entonces es perfecto que estes conmigo, así podrás olvidarla, ¿No crees?


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