Esta Vez, ¡No Perderé!’

Capítulo 338 

Beatriz notó la mirada de Javier y rápidamente buscó una excusa: “Todavía estoy creciendo, necesito comer más“. 

Hasta los veinticuatro años, todavía se podía crecer un poco más. 

La señora que cócinaba asintió repetidamente y le sirvió a Beatriz una taza de sopa de pera con azúcar: “Claro, señorita, todavía puede crecer“. 

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Con todo el lío en Entretenimiento Paz, obviamente no había tiempo para seguir molestando a Beatriz. 

Los grupos que habían rechazado a Beatriz anteriormente volvieron a buscarla, pero una vez más fueron rechazados. Después de haber sido persuadida una vez antes, esta vez decidió priorizar sus estudios. En cuanto à lo demás… había tiempo de sobra para planearlo más adelante. 

Estos días, la mayor afición de Beatriz era seguir las noticias, cada nueva historia que aparecía era más explosiva que la anterior. 

Dos tercios de los artistas contratados por Entretenimiento Paz fueron expuestos por haber sido utilizados por sus agentes para complacer a los ejecutivos de la compañía y a las grandes figuras del entretenimiento. Incluso se publicó una lista con sus nombres. 

Elsa y Natalia ahora estaban plagadas de noticias negativas y se escondían en sus casas para evitar las entrevistas. 

Javier siempre estaba ocupado, pero cada viernes por la noche hacía tiempo para recoger a Beatriz de su escuela y llevarla a casa. 

Esa noche, al ver el mensaje de Javier, Beatriz bajó y se encontró con un compañero de la facultad de dirección, un tipo conocido por su talento y por ser hijo de una familia adinerada, una especie de celebridad en la escuela. Últimamente, Beatriz lo había encontrado en varias ocasiones, pero como no se conocían, pensó en simplemente pasar de largo. 

En ese momento, el chico de repente bloqueó su camino, tartamudeando: “Beatriz, te he estado 

observando durante mucho tiempo, me gustaría añadirte a WhatsApp“. 

Antes de que Beatriz pudiera responder, una voz familiar sonó detrás de ella: “Sube al coche“. 

La puerta del Mercedes estaba abierta y Beatriz se sentó en el asiento del copiloto. 

Javier miró fríamente al chico, quien tenía un aire parecido a Mauricio. 

Con un tono que apenas ocultaba una amenaza, Javier dijo: “De ahora en adelante, mantente alejado de ella“. 

El chico se asustó y retrocedió rápidamente, aunque un poco resentido por haber perdido a la chica que le interesaba ante un hombre aparentemente más exitoso, murmuró mientras se alejaba: “¿Qué se cree por tener un Mercedes? Yo tengo un Porsche…“. 

Durante todo el camino, Javier no habló. Al llegar a casa, Beatriz lo siguió escaleras arriba: “Una agencia de publicidad me contactó para hacer un anuncio, la filmación es el próximo fin de semana y no interferirá 

con las clases“. 

“Además, ¿puedo mudarme a vivir cerca de la escuela?“. 

Javier se detuvo de repente. 

Beatriz chocó contra su espalda y se frotó la frente con la mano. 

“¿Por qué quieres mudarte?“. 

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Capítulo 338 

Beatriz explicó en voz baja: “Escuché que antes vivías solo aquí, no quiero molestarte“. 

“No es necesario que te mudes“, dijo Javier, “Está prohibido tener noviazgo durante la universidad“. 

Beatriz estaba confundida: “¿Por qué?“. 

Tener una relación durante la universidad no debería considerarse un noviazgo prematuro, ¿verdad? 

Con indiferencia, Javier respondió: “Soy el patrocinador, lo que digo va a misa“. 

Había un ligero aroma a madera en él, algo tenue pero familiar para Beatriz, aunque estaba segura de no haberlo percibido antes, le resultaba extrañamente conocido. 

De manera casual, Beatriz preguntó: “¿Entonces puedo tener una relación con el patrocinador?“. 

Javier sonrió brevemente: “¿Quieres tener una relación conmigo?“. 

Beatriz respondió rápidamente: “¡No!“. 

¡Ella tenía principios! ¡Definitivamente no se vendería! ¡Ni siquiera por un hombre guapo! 

La mirada de Javier se oscureció, su aura de repente se volvió más fría, como si el aire a su alrededor pudiera congelarse.