Chapter 31
31–Desayuno en familia–1
31–Desayuno en familla–1.
(Willa)
Ese acto s**** me cambió. Completamente e irrevocablemente.
Caspien se apoyó de costado. También podía sentir el cambio en él.
pero…
Eso estuvo bien–susurré trazando círculos en las sábanas frescas-. Alguien me prometió cualquier cosa,
Él me volteó con un gruñido. Sabía que no iba a poder dormir esta noche, pero no creo haberme sentido más despierta o viva en mi vida.
Mis ojos parecían pesar mil libras mientras los forzaba a abrirse al día siguiente. Estaba desnuda y extendida en la cama, y alcancé a Caspien, pero donde estaba acostado estaba frío. Mis ojos se cerraron, pero mi cerebro me decía que despertara.
Mierda. Emmett.
Me incorporé y me froté los ojos. Espera, él estaba con los padres de Caspien. Me relajé, pero la sensación de confusión no me abandonaba. Sentía que me faltaba algo, que debía estar haciendo algo.
¿Qué hora era de todos modos?
Gruni contra los bordes de un dolor de cabeza que se formaba en mi mente. No sé a qué hora logramos quedarnos dormidos. Terminamos hablando quién sabe cuánto después de algunas rondas con él. Mis mejillas se calentaron al recordar, y junté las piernas, tratando de detener el remolino de cosquilleos solo con los pensamientos
de él.
Me levanté de la cama y fui al baño que usaba en la habitación de Emmett. Me duché, pero el agua caliente solo
me hizo sentir más cansada, así que la cambié a fría para despertarme de golpe. Solo ayudó un poco.
Cepillar mi largo cabello llevó una eternidad; estaba enredado y lleno de nudos, y sin importar lo que hiciera con mi rostro, incluso aplicándome varias capas de máscara de pestañas, lucía tan cansada como me sentía.
Me puse un vestido blanco de verano que Caspien me compró y recogi parte de mi cabello hacia los lados, sin molestarme en secarlo por completo.
Algo me impactó cuando abrí la puerta de la habitación de Emmett. Me desperté y me sentí lo suficientemente cómoda como para vestirme y prepararme antes de asegurarme de que Emmett estuviera bien.
Sabía que estaría bien, ya sea que estuviera con Caspien o sus padres, lo cual era enorme para mí.
Sonreí para mí misma mientras salía de la habitación, recordando cómo hace apenas unos meses estaba preocupada hasta enfermarme. Estaba confundida y perdida, sin tener idea de cómo me mudaría sola, solo para no
tener que hacerlo sola.
Por mucho que quisiera descubrir la vida por mí mismo, al encontrar a Cali y Loreli, y luego a Caspien, a sus
padres y amigos, me di cuenta de que aún podía ser independiente y exitosa, pero no tenía que llevar todo el peso
solo.
No vi a nadie en la sala de estar mientras bajaba las escaleras. El sonido de risas me dirigió hacia la cocina.
Me apoyé en el marco de la puerta abierta y vi un revoltijo de cabello castaño y rizos rojizos claros sentados en la isla de la cocina, observando atentamente la espalda de Caspien. Ambos estaban riendo y cuando él se dio la vuelta,
me atraganté con mi risa.
Caspien tenía bigote de crema batida y fresas sobre los ojos.
-No puedo encontrarlo, he buscado en todas partes, ¡y juro que estaba justo aquí! -exclamó, realmente
exclamó,
-Está detrás de ti–gritaron Emmett y Loreli, cayendo en un ataque de risa.
Caspien se dio la vuelta, sin notarine, con fresas cubriendo sus ojos. La próxima vez que se volvió hacia nosotros, su bigote y ojos habían desaparecido.
-¿Me perdí algo? -preguntó a los niños antes de detenerse cuando me vio.
Hice un gesto con la mano.
-Continúa -Entré en la cocina, le di un beso en la cabeza a Emmett y apreté el hombro de Loreli-. No quiero
interrumpir.
-El señor Baker nos robó nuestras fresas, así que Caspien está tratando de recuperarlas para que podamos
hacer wafles -explicó Emmett.
-Me intriga–levanté una ceja, estudiando a Caspien. Si el hombre fuera capaz de ruborizarse, creo que podría estarlo en este momento-. Tenemos que resolver este misterio -añadí seriamente.
Loreli asintió.
-Estamos cerca -Aplaudió sus manos juntas.
-El señor Baker estuvo aquí hace un momento – agregó Emmett.
-Lo vi, puedo dar fe de eso -dije e incliné mi cabeza detenidamente, disfrutando del embarazo de
Caspien.
Caspien tragó saliva.
-Bueno, entonces, genial. Si lo viste…
-Así es
confirmé con una sonrisa. Me encantaba verlo avergonzado. No pensé que esta fuera una emoción de
la que fuera capaz.
-Bueno, supongo que estamos en el camino correcto -Caspien respiró profundamente, sin encontrarse con mi mirada, y se dio la vuelta.
Unos momentos después, él tenía el bigote y los ojos color fresa de vuelta.
-¡Ahí está! – Emmett y Loreli señalaron. Sonreí, conteniendo la risa.
Caspien se dio la vuelta.
-¡Lo atrapé!
-No, lo atrapé yo–se respondió a sí mismo.
Esto continuó por unos momentos más. Loreli y Emmett apenas podían contenerse hasta que él se volvió hacia nosotros sin bigote, sosteniendo un puñado de fresas. Dio unos pasos hacia la isla de la cocina, fingiendo estar sin aliento, y dejó caer las fresas de sus manos, rodando hacia nosotros.
Pasaron unos segundos de silencio hasta que empecé a aplaudir lentamente. Loreli y Emmett se unieron una vez que recuperaron el aliento.
-Un actor comenté-. ¿Hay algo que no puedas hacer? -le pregunté.
Tomé una fresa y le di un mordisco, sus ojos se fijaron en mis labios.
-Te dije que no había nada su voz era seria mientras su mirada intensa se encontraba con la mía-. Ahora, ¿ quién quiere ayudar a hacer la masa? – Su voz se volvió más ligera mientras dirigía su atención a los niños.
Saltaron y gritaron.
-¡Yo!
-¿Cómo y cuándo? -pregunté, señalándolos. No esperaba ver a Loreli aquí.
Encogió los hombros, dándose la vuelta para recoger ingredientes.
Me levanté temprano y les pedí que trajeran a Emmett. No quería dejar a Loreli sola, así que aquí estamos
explicó.
Colocó los ingredientes en la isla de la cocina y volvió a buscar los recipientes para mezclar.
-Buenos días, señoras y señores–cantó la voz de Holden desde el frente.
-Realmente no debería haberle dado una llave -murmuró Caspien.
Cali entró en la cocina, deteniéndose en seco cuando vio a Loreli.
por Llevaba una de las camisas blancas de botones de Holden con su cinturón alrededor. Su cabello estaba todas
partes, pero parecía despeimado de alguna manera. Parecía que acababa de salir de una sesión de fotos de revista en lugar de parecer que acababa de levantarse de la cama.
-Cariño – Le dio besos en las mejillas y en la cabeza a Loreli-. Te extrañé.
Loreli la apartó y rio. Cali revolvió el cabello de Emmett y le dio un beso en la cabeza también.
-¿Qué me he perdido? -preguntó, cruzando los brazos y observando la cocina.
Abrí la boca para decir algo.
-No lo hagas -Caspien me apuntó con una espátula y cerré la boca.
Cali estaba a punto de decir algo, pero Holden entró detrás de ella y la agarró por detrás. Levantó la vista y vio a los niños, soltando sus manos y retrocediendo unos pasos.
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(Willa)
-¿Es ella? – Holden señaló la parte trasera de la cabeza de Loreli.
Cali y yo asentimos.
Holden se tapó la boca con la mano.
-Wow–susurró. Miré a Cali y ella rodó los ojos pero no pudo ocultar su sonrisa-. ¿Puedo?-preguntó.
Miró a Cali, quien resopló.
Ella no es un perro–negó con la cabeza-. Puedes hablar con ella. O intentarlo – susurró.
Holden dio unos pasos alrededor del lado de la isla.
-Hola, Holden–dijo Emmett. Holden le sonrió ampliamente y saludó con la mano.
-Hola – Holden extendió la mano hacia Loreli. Lo miré y negué con la cabeza, y él apartó la mano-. Soy
Holden, soy amigo de tu mamá y de Willa.
-Eh–interrumpí, y él me frunció el ceño.
-No estás ayudando murmuró antes de dirigirse a Loreli–¿Qué tipo de panqueques te gustan?
-Estamos haciendo wafles -lo corrigió Emmett, y Holden se detuvo.
-De acuerdo, entonces -Respiró hondo, cerrando los ojos. ¿Qué tipo de wafles te gustan? -dijo un poco más despacio.
-Fresa Loreli siguió parloteando sobre waffles y azúcar en polvo, y resumió el espectáculo del Sr. Baker y Caspien, dejando a Holden y Cali completamente confundidos.
-Bueno, eso suena absolutamente increíble–sonrió Holden. Miró a Loreli con tanto cariño que me reconfortó. Miré a Cali y ella me encogió ligeramente los hombros, pero pude ver que también se estaba derritiendo.
-¿Te sirvo café? -preguntó Caspien a Cali.
-Un red eye–respondió ella.
-Igual para mí, por favor–añadí.
-¿Qué?-Caspien nos miró alternativamente.
-Un shot de espresso en una taza de café–explicó Cali mientras recogía su cabello en una cola de caballo.
-¿Están cansadas ustedes dos? -preguntó Holden, apartando su atención de Loreli por un segundo.
Exhaustas ni siquiera comienza a describirlo–respondió Cali.
Cas, ¿estás cansado? – Holden miró hacia donde Caspien empezaba a hacer café con una máquina que parecía
sacada de Star Trek.
-Nunca me he sentido tan revitalizado en mi vida. Me desperté temprano -dijo él, mirando a Holden con una
sonrisa casi juguetona.
-Igual, nunca he estado más despierto -se encogió de hombros Holden. Los observé, cruzando los brazos. Holden me lanzó una sonrisa pícara-. Pero, supongo que si ustedes están demasiado cansadas….
-Tal vez sea porque nosotros hicimos la mayor parte del trabajo -Cali levantó una ceja hacia mí.
No delante de los niños. reprendió Holden.
-Tú empezaste – argumenté.
Caspien nos trajo nuestros cafés y después de beber el mio en silencio, me sentí casi despierta.
Todos desayunamos juntos.
+25 Puntas
31 – Desayuno en familia–2
Caspien hizo Wafles con la ayuda de Emmett y Loreli, y Cali ayudó a exprimir el jugo mientras yo preparaba la mesa. Loreli se subió al regazo de Holden al final de la comida después de que él le mostrara cómo hacer una cabaña con pedazos de gofre. Emmett estaba intrigado y pasamos un rato intentando hacer un volcán a su petición.
-Ella se parece mucho a mi sostenía Holden a Loreli, mirándonos. Sus rizos color fresa, ojos azules y piel pálida contrastaban ligeramente con la piel dorada y el cabello rubio de Holden.
-Um–inclinó la cabeza Cali.
-Ambos son, eh, humanos -dije-. Oh, espera -me reí, dándole una mirada. Él me fulminó con la
mirada.
-¿Podemos quedárnoslo?-preguntó Loreli que apretó las mejillas de Holden.
-¿Podemos?-preguntó Holden a Cali, con una amplia sonrisa en su rostro apretado.
-Déjame pensarlo…aún no está entrenado para vivir en casa -respondió Cali con sequedad y una sonrisa
astuta.
-Eso estuvo bajo frunció el ceño Holden. Los hombros de Caspien temblaron en una risa silenciosa.
-Yo puedo entrenarlo–Loreli miró a Holden y apretó su nariz contra la suya.
Cali insistió en ayudarme a recoger los platos.
No es porque sea doméstica ni nada, pero quiero escuchar los chismes -dijo mientras movía su coleta y levantaba una ceja-. Además, ¿qué tienes en el cuello y cómo consigo uno? Parece atrevido.
Me sonrojé y puse mi mano en mi cuello, donde llevaba la marca de Caspien, sonriendo al recordarlo fresco.
-Es un vinculo. Es para siempre. Pero…
Puedes conseguir uno ahora mismo–intervino Holden. Suspiré y cerré los ojos. -También tenemos muy buen oído -expliqué. No sé por qué seguía susurrando.
Ella entrecerró los ojos.
-Tienes muchas explicaciones que darme – Aparté la mirada y encendí el grifo para enjuagar los platos.
-¿Me crees? le pregunté, preocupada por su respuesta.
Se acercó a mí, tomó los platos y los cargó en el lavavajillas.
-Supongo que sí. Vi a mi mejor amiga convertirse en lobodijo y sacudió la cabeza.
¿Cómo te sientes? -le pregunté, bajando la voz. Escuché a Caspien entablar una conversación detrás de nosotros y, afortunadamente, empezó a guiarlos hacia otra habitación.
-Tal vez, nos lavemos las manos, ustedes dos son lindos, pero lo pegajoso no me convence–dijo Holden, y vi a Cali casi reírse.
Una vez que realmente se fueron, ella se apoyó en el fregadero, sin pretender ayudar a limpiar.
Me siento bien. Sé que suena fácil, tomar el camino más sencillo, pero que algún dios elija al chico perfecto para mí, sinceramente…-se encogió de hombros, sus ojos avellana se encontraron con los míos. Lo hace
fácil.
-Lo sé, pero quiero decir, es a lo que estoy acostumbrada.
-¿Ustedes no salen con otras personas?
Encogi los hombros.
-Depende, algunas personas encuentran a sus parejas más tarde, algumas tan pronto como obtienen su lobo a los dieciocho años.
-De acuerdo, dejaremos de lado lo de obtener el lobo a los dieciocho por ahora y retomaremos más tarde -Me miró-. ¿Acabas de encontrar al tuyo?
-Te explicaré después.
Realmente no quería entrar en todo eso ahora, quería compartir con ella todo, y me alegraba poder hacerlo finalmente, pero no teníamos tiempo.
-Hmm.
Ella se volvió para coger algunos platos, afortunadamente dejándolo pasar por ahora.
Comenzamos a cargar el lavaplatos en silencio, y esperé a que hablara, sin querer presionarla en ese momento. Sabía que incluso si lo aceptaba, esto aún sería mucho.
–
-No sé… es agradable no tener que lidiar con todos los idiotas para encontrar uno que sea casi mediocre -dijo, dejó el plato que tenía en la mano y pareció perderse en sus pensamientos-. Solía no importarme tanto, las personas con las que estaba, quiénes eran o lo que me hacían. Lo que pensaba que quería -dijo y su voz
tembló.
-Pero, eso era cuando solo era yo, y ya no lo es. No puedo arriesgarme así. No podría soportar que me pasara algo. Loreli no tendría a nadie – Sus ojos se empañaron y los cerró bruscamente- Ya no se trata de mí -Me miró
Si le pasara algo a Loreli por mi culpa, quiero decir Sacudió la cabeza enérgicamente, fregando un plato que nos habíamos olvidado.
-No se trata de mí -repitió firmemente. Puedo cuidar de mí misma. Podía hacerlo cuando no tenía nada que perder, pero ahora, tengo todo que perder.
Tragué saliva. Lo entendía, tal vez no su pasado, pero entendía cómo todo cambió por ellos.
-¿El padre de Loreli? -Dejé la pregunta abierta, nunca hablamos de eso y ella nunca ofreció nada. Supongo que tampoco mencioné mucho a Nolan con ella.
Cali se mordió el labio y negó con la cabeza.
No sabe que ella existe… es mejor asi. Parte de la razón por la que me fui durante la escuela secundaria y terminé mi GED más tarde. Quería que la gente pensara que había huido, no quería que él supiera.
Asentí, asimilando eso..
-Pero ¿quieres esto? Es bastante permanente. Sé que él lo tomaría a tu ritmo, Caspien se aseguraría de eso añadi. Yo también lo haría, pero no lo dije para que no pareciera tan intenso.
Regresamos a limpiar, centrándonos en eso esta vez antes de escuchar que mi teléfono sonaba, pero sonaba lejos. Miré a mi alrededor, dándome cuenta de que no sabía dónde lo había dejado anoche.
-Aquí -Caspien entró a la cocina, mi teléfono en su mano extendida. Estaba en la mesa del comedor.
Levantó una ceja como si tuviera que recordarme lo de anoche.
cosas.
-Gracias lo agarré y vi que mi mamá estaba llamando. Contesté. Necesitaba ponerla al tanto de muchas
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31–Desayuno en familia–3
31–Desayuno en familia–3
(Willa)
-Hola cariño, ¿cómo estás? -La voz de mi mamá me tranquilizó de inmediato.
-Bien, muy bien respondí y jugué con un mechón de ini cabello mientras caminaba por la cocina.
-Me alegra escuchar eso, solo estábamos verificando, ya sabes.
-¿Por qué? ¿Escuchaste algo? -pregunté. No había forma de que supieran que estaba emparejada de nuevo, ¿ verdad? Me reproché internamente por no habérselo dicho antes. Debería haberles dicho antes.
-Nolan pasó por aquí.
Dejé de caminar, ¿qué quería él?
-¿Por qué?
No estamos seguros. Entró y simplemente se sentó allí, realmente. Creo que quería que dijéramos algo, pero por supuesto, no revelamos nada. Creo que el hecho de que apareciéramos aquí sin avisar lo preocupó
-Oh–Mordí mi labio-. ¿Cuándo sucedió esto?
-Esta mañana. Pasó hace unos días, pero no estábamos en casa. Los vecinos nos lo dijeron..
-Creo que sé de qué se trata… -Le expliqué la carta que le envié y cómo renunció a la paternidad.
-Oh, no sabía que tenías que hacer eso.
-Yo tampoco lo sabía, pero ya está hecho y no tenemos que preocuparnos.
-Entonces, ¿por qué vendría? Parecía nervioso… tal vez estaba preocupado de que tuvieras algo entre
manos.
Reí, pero fue un risa forzada.
Puede ser, pero eso es ridículo. El, bueno, ya sabes lo que pasó. No le corresponde preocuparse ahora -dije y suspiré. Solo está siendo paranoico, y me parece absolutamente ridículo que piense que querría tener algo que ver con él o tratar de sabotear quién sabe qué.
Caminé más rápido y sabía que sonaba molesta. Cali me miró.
Lo sé, cariño, sabemos eso. Solo queríamos verificar.
-Sé, gracias. Solo que él ni siquiera importa. Si pregunta, puedes decirle eso.
Estaba enfadada, de hecho, el hecho de que pudiera estar preocupado por si volvía arrastrándome o intentando vengarme ahora, qué maldito atrevimiento.
De acuerdo dijo, pero no sonaba segura.
-En realidad, encontré una segunda oportunidad -solté.
Quería cambiar de tema. La línea quedó en silencio y sentí la mirada de Cali. Tenía mucho que contarle.
-¿Qué? ¿Una pareja elegida o…?
-Una segunda oportunidad, mamá, una real -Suspiré.
Fui una hija de mierda. Hablábamos casi todos los días, pero quería asegurarme de que fuera real antes de compartirlo. Me preocupaba que fuera demasiado bueno para ser verdad y vi cuánto les afectó mi rechazo. No quería hacerles ilusiones. Sin embargo, planeaba decírselo antes de marcarnos mutuamente. De nuevo, tampoco tenía planeado eso, simplemente parecía correcto y no quería pasar otro momento sin pertenecer oficialmente a él.
-¿Cuándo? -preguntó ella.
-Honestamente, justo después de que te fueras. Lo estoy tomando con calma porque, ya sabes me encogi de hombros, aunque ella no podía verlo. Emmett está involucrado esta vez.
31 Desayuno en familia–3
Ella soltó un largo suspiro.
-Bueno, si esto es lo que quieres y él te trata bien, entonces estamos felices por ti. Solo me preocupa que… -Mamá, no te preocupes. Tuve todas esas mismas preocupaciones y más.
De acuerdo, confío en ti, cariño. ¿Vamos a poder conocerlo?
-Me encantaría eso. Te extrañamos.
-También te extrañamos.
-¿Cómo está allá? -pregunté.
-Bien, bien. Es como si nada hubiera pasado, como si no nos hubiéramos ido. Me hace sentir rara, sinceramente. La gente evita el tema como si tuvieran miedo de hablar de ello o preguntarnos sobre ti o dónde
estábamos… No se siente igual.
-Lo siento–Me sentía culpable aunque sabía que no era mi culpa. Quería que mis padres se sintieran cómodos en su manada hogar.
Está bien, está bien, ¿qué elección tenemos?
-Muévete a Crescent Moon–sugeri, medio bromeando.
-¿Tu pareja es de Crescent Moon? Bueno, claro, eso tendría sentido dijo e hizo una pausa por un momento- No estoy segura de que la vida en la ciudad sea para nosotros. Y ese Alfa, ese Príncipe, es aterrador. No creo que pueda vivir con él como El Alfa. No creo que encajemos allí.
Mamá–sonreí. Tienen una casa de manada y cabañas en el bosque también, no tienes que vivir en la ciudad. ¿Qué tal si vienes aquí y lo conoces, y luego decides? Sin presión, solo es una opción.
Por
supuesto, hablaré con tu papá al respecto.
No sonaba convencida, pero no esperaba que quisiera empacar y mudarse a una nueva manada donde todo lo
que conocía estaba en Blue Ridge. No estaba seguro si debía mencionar que El Alfa era mi pareja. Pensé que podría acostumbrarla poco a poco.
De acuerdo, organizaré algo con él -dije.
-¿Willa?
-¿Si, mamá?
-¿Eres feliz?
Hice una pausa. Una sonrisa se dibujó en mi rostro.
-Sí, más feliz de lo que creo haber estado nunca.
Mi mano fue hacia mi marca fresca.
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