El empresario del corazon roto

Chapter 18: La sorpresa



Ocho de la mañana, espero afuera de los edificios donde vive, estoy nervioso pero trato de que no se me note ya que el chofer está un poco atento a lo que hago, es normal, pasé de tener esta rutina de oficina-piso durante años y ahora me tomo los fines de semana libres y voy a cafeterías que están fuera de mis lugares habituales, también espero a una mujer recargado sobre el auto mientras observo atento a la entrada.

Minutos después Isabel aparece caminando frente a mí, esta vez trae una chaqueta de color negro bastante moderna, con una blusa de cuello alto que le cubre el cuello, unos pantalones de mezclilla negros y unos botines que le hacen juego a todo, no trae gorro ni nada, así que su hermoso cabello ondulado cae sobre sus hombros.

-Buenos días.

-Buenos días. Hablo en alto mientras mi chofer abre la puerta para que podamos subir. AL principio duda un poco opero después se atreve y yo la sigo.

Isa observa la camioneta, toca los asientos de piel y sonríe.- Es como un palacio en ruedas.

-Y no has visto la otra.- Presumo dejándome llevar por el momento.

-¿Señor? Me pregunta el chofer.

-Vamos.- Indico y antes de que avance el auto le pongo el cinturón a Isa pegando pegando un poco mi cuerpo al suyo.- Seguridad ante todo.- Comento y ella sonríe nerviosa.

-¿Me podrías decir dónde vamos? Es un poco temprano para que un restaurante esté abierto ¿no?

-Nunca dije que iríamos a un restaurante.- suspiro-¿Confías en mí?

-Lo hago.- Responde viéndome a los ojos y ese brillo que siempre tienen me hace sonrojar.

-Entonces disfruta, es tu cumpleaños, prometo que te gustará.

Ella suspira y sonríe. Ok, lo haré, pero no esperes que no siga preguntándote qué es lo que haremos o dónde iremos, me gusta estar enterada de todo. -Lo noto.- Respondo y me río levemente.- Te puedo dar pistas si quieres.

Isa voltea su cuerpo hacia mí y me ve a los ojos.- Me interesa, continúa.

-Bueno, pues, puedes hacerme tres preguntas estratégicas que no sea ¿dónde vamos? Pueden ser cosas como colores, olores, comida, flora, fauna. "Hmmmmm" hace con la boca y luego se muerde ese labio que denota que esta pensando-¿Dónde vamos está nevando igual que hoy?

Tomo mi móvil y reviso el clima.- Nevará.- Contesto.

Ok, entonces puede ser aquí o en este continente.

Me río. Tu siguiente pregunta.

-¿Es un lugar abierto o cerrado?

Abierto.- Contesto de inmediato.- La última, piénsala bien.

Isabel vuele a quedarse pensando y luego habla.- ¿Qué tipo de transporte nos llevará?

-Uno diferente a este.

-¿No me lo dirás? Pregunta.

-Esa es una cuarta pregunta, así que no tengo mucho derecho a contestar.- Hablo en un tono casual que la hace sonreír.

-Vale, entonces no me contestes. Pero si estamos yendo al sur quiere decir que vamos al aeropuerto por lo que es avión o helicóptero. El segundo no es tan probable ya que está nevando por lo que sé que es avión, ahora, donde me llevarás no lo sé. -¿A caso eres investigadora o detective? - Pregunto entre risas.

-No, pero me gusta leer novelas policiacas y a veces sale el detective en mi. Además ya notaste que soy un poco intuitiva.

-Señor, ya casi llegamos ¿lo dejo en la pista como siempre? - pregunta el chofer.

-Sí, ya nos están esperando.

Entramos por el camino de siempre a la pista del aeropuerto y a lo lejos veo mi avión esperando por nosotros. Isa me ve.- Si sabes que un desayuno en cualquier lugar hubiera esto bien ¿cierto? - Me comunica.

El chofer le abre la puerta y ella baja a la pista junto conmigo, después ambos subimos al avión donde la sobrecargo nos da la bienvenida. Isa observa a su alrededor como siempre lo hace en cualquier lugar a donde va, yo la alcanzo y le murmuro al oído. -Este es mi mundo Isa y quiero hacerte parte de él, no tengo la culpa de que sea... así.-Isabel se queda en silencio mientras yo estoy cerca de su oreja y puedo oler su rico perfume. Hay cosas que no son imposibles para mi, como pasar un fin de semana en Paris. Ella voltea de inmediato y me ve a los ojos- ¿Paris? ¿Me llevarás a Paris?

-Así es, iremos a las mejores Croissanteries de la ciudad y probaremos los croissants que quieras y de paso caminaremos por la ciudad ¿te agrada la idea?

La emoción en su mirada es única y la sonrisa que la acompaña es aún más amplia que la que antes me había dado.- No sé que decir.- Comenta.

-Yo sí, podrías escoger un lugar para sentarte porque ya vamos a despegar.- Le pido y con la mano le indico que escoja el asiento que quiera.

Isabel camina hacia el lugar que está cerca de la ventanilla y yo me siento en frente de ella.- Esto es... inesperado. Me desperté por la mañana pensando otra cosa y ahora estoy en un avión privado viajando a París.

Tomo su mano, algo que ambos hacemos ahora, y la veo a los ojos. No te sientas culpable o mal porque hago esto, puedo hacerlo y bueno... sólo no te acostumbres.- Bromeo.

-¿Por qué habría de acostumbrarme? - Pregunta ella nerviosa mientras siente como mis manos acarician las suyas.- Es sólo un viaje de cumpleaños ¿cierto? Eso se da una vez al año.

-Cierto.- Respondo un poco avergonzado porque no pensé en eso.- Aún así, no te acostumbres.

-Lo prometo.

Sentimos como el avión comienza a moverse y poco a poco nos vamos preparando para despegar. La sobre cargo nos interrumpe y yo dejo de tomar sus manos para pedir las bebidas. Isabel ve por la ventanilla mientras nos alejamos cada vez más del aeropuerto. Después voltea a verme y dice.- Jamás he ido a Paris, gracias.- Agradece y luego ve como comenzamos a despegar.0000000000000000


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