El Chico Dhall ©

Capítulo catorce

Señoras y señores, me pillaron.

A esa conclusión llegué con todo lo que pasó hace horas y no es para menos, entre lo de la escuela con mi queridísimo amor llamado Neftali, que se note el sarcasmo; lo de Kayla y el ascensor. Creo que de milagro sigo viva.

El caso es que, ahora, por más que diga que él me atrapó y sabe mi verdadera identidad no sé si realmente sea o no así.

Y hay más...

Me voy a volver loca.

Jalo mi cabello con frustración y de fondo escucho como la gente en el salón, antes de que el profesor entre, habla sobre lo que pasó en el pasillo el día de ayer.

Sí, sí había alguien escuchándolo todo y para mi desgracia escuchó hasta lo de Elián. Esta persona sin vida empezó a regar el chisme y ahora todo el mundo me mira como si fuese un bicho raro, en especial las chicas de él o su club de fans, porque no sé creen que alguien como yo pueda ser su mate.

Debo prepararme mentalmente para los acosos de bullying.

¡ESTO ES INJUSTO!

Yo ni siquiera lo quiero.

Lo único que me queda decirte es, los ataúdes están en oferta hasta con un cincuenta por ciento de descuento.*

Muy graciosa, Fally.

Relájate Jexi, en la vida hay que disfrutar y si esas tipas vienen les dices que todo es una mentira.*

¿Y si no funciona?

Funcionará, por como me llamo Fally. Tu di que esa noticia es más falsa que tus tetas y listo.*

Pero si yo no tengo tetas...

¡Por eso!*

Que hija de...

Corto la conexión con mi loba interior y observo con aburrimiento a todas las personas del salón.

Ahora que lo pienso, ¿Dónde estará Neftali?

Tanto él como Quero tenemos las mismas asignaciones. Quero no viene hoy por motivos, laborales, según ella; pero él no tiene ningún motivo para faltar a menos que no quiera ver la cara rábano que tengo según Fally.

Aunque pensándolo bien, si te humilla una chica, te rechaza otra, una más se enoja contigo y un chico te deja inmóvil con solo una mano creo que hay motivos suficientes para no venir por la vergüenza que debes cargar.

No soy yo y me da una pena inmensa.

El profesor entra con elegancia al aula y todo el salón guarda silencio en su asiento, sus ojos se topan conmigo y desde ya puedo notar lo suelta que tendrá la lengua para preguntar si los rumores son ciertos

Deja las cosas que trae sobre el escritorio y da una palmada dirigiéndose a todos -Creo que aquí la mayoría ya está enterado de los sucesos que se regaron el día de ayer y queremos saber si esto es cierto o no, ¿verdad señorita Dornam?

Cierro mis ojos y suspiro con cansancio.

Sabía que esto iba a pasar.

Un día agotador.

Es lo único que puedo decir.

Después de explicar mil veces que no soy la mate del Alpha, los acosos por chicas hasta en el baño, el llamado de atención del director por formar tanto revoloteo en el instituto, las miradas raras en la cafetería, después de todo eso, por fin es que tengo mi momento de paz yendo a casa.

Acomodo mi mochila y en todo momento observo el piso para que nadie me moleste ni me detengan a medio andar para preguntar sus dudas.

Salgo por la puerta principal y me alegra ver que son pocos los estudiantes que hay y que estos estén metidos en lo suyo sin tomarme importancia, el sol da directo en mi cara al bajar las escaleras y con los libros en mis manos empiezo a caminar con dirección a mi casa.

El móvil vibra dentro del bolsillo de mi pantalón y lo saco para ver la notificación de su mensaje plasmado en la pantalla de bloqueo.

--EliánDhall

Hola, estás disponible belleza tropical?--

--Macarrones123

Para ti nunca,

Qué deseas romeo acosador?--

--Elián Dhall

Podemos hablar, ya sabes... Salir, tomar algo.--

--Macarrones123

Estás borracho? :/--

--EliánDhall

Puede ser...--

--Macarrones123

Entonces vete a divertir con una de tus amigas, a mi no me cuentes tus problemas!--

--EliánDhall

Al menos déjame escucharte, por favor :(--

Niego y bloqueo el teléfono. Hoy ya tuve suficiente como para lidiar con el causante del problema, lo único que quiero ahora es llegar rápido a mi casita y recostarme viendo mis series turcas que las tengo desatendidas.

Cruzo la calle al ver el café-Internet donde trabaja el amigo de Quero y pasó viendo si está trabajando, mis ojos reconocen su silueta de espaldas a la carretera y meto un mechón de cabello detrás de mi oreja pensando en si pasarme o no, después de todo puede ser que él se pasara ayer, pero sigue siendo amigo de Quero y no quiero que ella esté dividida por culpa de nosotros dos.

Neftali termina de explicarle algo a la chica que está sentada con un computador en frente y al sentir mi mirada gira topandose conmigo del otro lado del vidrio, muerdo mis labios indecisa y mis pies siguen su recorrido natural cuando no veo una reacción por su parte.

Supongo que aún no es el momento de hablar.

El sonido de una bocina de coche suena fuerte y volteo viendo como él pide perdón mientras sigue corriendo para alcanzarme, me giro completamente al verlo cerca y presiono los libros que tengo en mis brazos.

-Hola-decimos al unísono y él sacude su cabello de forma nerviosa mientras guarda una de sus tan típicas sonrisas -quiero hablar contigo de lo que paso ayer y sobre las cosas que hice mal, prometo que no te forzaré a nada y si quieres podemos ir al café para que te sientas más segura.

Asiento y trago grueso guardándome el poco orgullo que tengo. Esto lo hago por Quero y ya lo he pensado toda la tarde. No puedo estar peleada con él cuando tenemos a nuestra mejor amiga de por medio, hay que arreglar las cosas.

Yo soy tu amiga fiel, yo soy tu amiga fiel y si un día tú te encuentras...*

Ya Fally, esto es serio.

Lo siento.*

-Vamos-hago un gesto con la cabeza hacia el Internet y sin yo pedírselo él jala mis libros y toma mi mochila, le doy una mirada incomoda y niego sin reprochar.

Creo que hay cosas que nunca cambian por más que pasen cosas malas.