Chapter 66
Chapter 66 Amado hijo
El guardaespaldas Marco no tuvo más remedio que hablar, , muy a su pesar dio el nombre de su jefe y no solo eso, Cristóbal lo
presionó para para que lo llevará hasta donde se encontraba, el Ceo lo había quebrado por completo
Cristóbal y Rodrigo llegaban a la gran mansión de Renzo Mandujano con grupos armados, cada quien traía consigo a su
equipo, cuando Marco le dio el nombre a Cristóbal de inmediato recordó ese día en el hotel cuando ese hombre envío flores a la
habitación de Camill
Conoces a Renzo Mandujano, Cristóbal? preguntaba Rodrigo, el había escuchado hablar de él en el mundo empresarial pero
nunca lo había visto en persona, se rumoraba que no le gustaban las cámaras y que era muy hermético con su vida privada
No! no lo conozco en persona pero por supuesto que escuchado de él, se dice que es un multimillonario excéntrico que es muy
celoso de su privacidad, en una pelea que Camill y yo tuvimos ella se hospedó en uno de mis hoteles sin saber que yo era el
dueño, al parecer Mandujano la vió allí, hasta se atrevió a enviarle flores con una nota que decía que la quería conocer! puedes
creer su poca vergüenza?
Tu y Camill pelearon? por qué ella se salió de tu mansión para hospedarse en un hotel? acaso ella quería abandonarte?
Cristóbal volteó en dirección a Rodrigo, es en serio Mendoza? por supuesto que no quería abandonarme! rugió el Ceo, ella solo
estaba molesta conmigo por la cizaña que tú le metiste de
mi!
Me estás diciendo cizañoso? cómo te atreves? yo solo le dije lo que eres por qué no veo la mentira de lo que hable por ningún
lado! eres un mujeriego de lo peor y no tienes intenciones de ser un hombre de familia! no dudo que tu interés por encontrar a
Camill y al bebé sea solo para reclamar la herencia de la familia Altamirano!
Ahi estaban otra vez como el perro y el gato, esas dos poderosas personalidades eran dinamita pura si estaban juntas,
incontrolables, posesivos, obsesivos, la lista era extensa, los dos grupos armados se veían unos a otros, dudaban en si esperar
a que terminaran de discutir o pelearse entre ellos para defender la reputación de su respectivo jefe
El Ceo Tomas afortunadamente llegaba en esos momentos, el hombre pudo al fin separarlos y lograr que dieran fin a la
discusión, concéntrense carajo! que no se dan cuenta de la situación tan delicada en la que estamos metidos? tienen hombres
a su cargo que pueden morir en el enfrentamiento y no volver a ver a su familia!
Lo siento! murmuró Cristóbal _ yo también lo siento Tomas! dijo Rodrigo Mendoza
No sabemos a qué nos vamos a enfrentar, si queremos recuperar a Camill tenemos que hacerlo no bien si no excelente!
además que debemos estar preparados para todo!
Los tres Ceos y los grupos armados estaban por entrar a la mansión disparando sus armas cuando le timbró el celular a
Cristóbal, el Ceo hizo un sonido de disgusto más cuando leyó el nombre en la pantalla respondió de inmediato, se trataba del
doctor que atendía a Camill en el hospital, nunca lo había llamado después del secuestro de su esposa, Cristóbal tenía que
saber lo que quería ese médico
Diga, respondió el Ceo, señor Altamirano le llamo para avisarle que su esposa Camill está aquí en el hospital, ella está
despierta, esta en trabajo de parto! Apresurese a venir, su hijo ya está por nacer!
A Cristóbal se le fue el color del rostro, se había quedado mudo, clavado en su sitio con el móvil en la mano
H
Qué pasa? que te dijeron en es llamada? responde Cristóbal! estás pálido, que te han dicho? gritaban los Ceos Tomás y
Rodrigo para hacerlo reaccionar
Es el doctor que atendía a Camill en el hospital, dijo que ella está allí despierta y que está en trabajo de parto! me tengo que ir!
tengo que estar con ellos! dijo el CEO desesperado por tomar un auto
Yo te llevaré! tu no estás en condiciones de conducir, no sabes de ti mismo ahora, Tomas y Cristóbal corrieron a subirse al
lujoso coche del CEO del Villar cuando la puerta trasera se abrió y un Rodrigo entraba _ no me van a dejar tirado aquí! yo
también iré
Bájate Rodrigo! _ bajame si puedes! dije que iré, y tú no me lo vas a impedir, yo tengo que ver qué Camill este bien por mis
propios ojos!
Ella es mi esposa, tu no tienes que preocuparte por ella qué para eso estoy yo! _ y quién va a impedirmelo? Eh! yo me voy a
preocupar por Camill hasta el último día de mi vida!
El Ceo Tomas recordaba cuándo sus dos hijos se peleaban y discutían en el auto de pequeños, formaban un Caos hasta que el
Ceo les levantaba la voz fingiendo molestia, eso hacía que se calmaran y fueran callados el resto del camino
Con un achingada o se callan o los bajo aquí en el monte! no me importa que se los coman los malditos lobos!
Una vez regañados los Ceos que obviamente no querían ser bajados del auto en medio de la nada, guardaron silencio y se
comportaron el resto del camino
Apenas llegaron al hospital Cristóbal bajó del auto aún andando, así era él, impaciente, seguía sus instintos y ahora también a
su corazón
Corrió por todos lados preguntando en todas partes hasta que afuera de un quirófano gritos desgarradores y una voz que
reconocería hasta muerto, le erizaron los bellos de todo el cuerpo, dios mío que le están haciendo a mi Camill?
El Ceo entró sin importarle las restricciones que estaban señaladas en la puerta, buscaba a Camill con una mirada ansiosa, una
enfermera que lo vio, le pidió que saliera pero al ver qué no se iría le puso de inmediato una bata estéril y una gorra del mismo
material
Acercándose más Cristóbal pudo ver cómo el doctor tomaba a su bebé y este comenzaba a llorar, estaba por dárselo al que
estaba haciendo de esposo y padre de la criatura en ese momento, Renzo Mandujano, pero Cristóbal fue más rápido y se
acercó imponiéndose tan seguro de él mismo como siempre era, yo soy el padre! dame a mi hijo!
El hombre contemplaba a su bebé que todavía estaba con residuos de líquido, los ojos profundos y oscuros de Cristóbal
comenzaron a aguarse, te e esperado con tantas ansias de conocerte mi hijo, mi amado hijo!