Chapter 49
Chapter 49 No te vayas con él
La atractiva pareja salió rumbo a la gran fiesta, el silencio entre los dos era sepulcral, el chófer Mauro se sentía un poco
incómodo por la atmósfera pesada que se sentía, el jefe y su esposa aunque eran sin duda alguna y a todas vistas el uno para
el otro, no estaban bien con su relación, todos sabían que el poderoso Ceo no era de los hombres hogareños que buscará
formar una familia, pensaban que su bella esposa lo haría cambiar pero todo indicaba que el obstinado Ceo se quedaría solo
Camill veía pasar las calles mientras pensaba en la reciente conversación con el padre de su hijo, ella ya estaba cansada de
esos dos hombres que había dejado entrar en su vida, quería poder escapar de todo y en un futuro poder encontrar con quién
formar ese hogar que tanto deseaba
Al llegar al salón Cristóbal llevaba de su brazo a la hermosa ojiverde mar, la belleza de Camill hacía voltear a muchos y a
muchas, parecía un ángel, una diosa reencarnada en una mujer
Al llegar a su mesa, la que compartirían con Tomás del Villar y su esposa Alis, se saludaron con apreció, para Camill su jefe el
señor del Villar era como un ángel caído del cielo, como un padre que la apoyaba y alentaba siempre
Cristóbal dejó un momento a solas a Camill para subir al escenario a dar por comenzado el evento, el atractivo hombre vestido
en un costoso traje Armani de tres piezas hecho a medida, un fino reloj con pequeñas inscustraciones de diamantes y una
imponente aura de emperador, llamaba la atención de las mujeres solteras y casadas que estaban nresentes
Camill se disculpó con su jefe y su esposa para ir al sanitario, la bella mujer había tomado mucha agua, entró al sanitario ,hizo
pipi y se retocó un poco el maquillaje, después de lavarse las manos salió, más de pronto sintió como alguien la jalaba un
cuarto poco iluminado don de se podían ver escobas y productos de limpieza
Se trataba de Rodrigo Mendoza quién tenía su mano en los carnosos labios de Camill para evitar que gritara, él necesitaba
decirle algo, voy a soltarte Camill por favor no grites
Que carajos te pasa Rodrigo por qué me has traído aquí? que es lo que quieres?
Tengo algo importante que decirte Camill, solo escúchame sí, _ habla pronto, no puedo quedarme mucho tiempo? Camill de
sentía nerviosa
Rodrigo asintió y comenzó a hablar, se que Cristóbal no quiere tener una familia, ese no es su prioridad en la vida, quiero
decirte, quiero pedirte que si en algún momento te convences de que el no es lo que estás buscando, me des la oportunidad de
demostrarte cuánto te amo y que yo sí deseo hacer y tener una familia contigo, quiero amarte por el resto de mi vida, a ti y solo
a ti mi Camill!
Rodrigo por qué insistes en que volvamos a estar juntos? _por qué te amo, estoy completamente seguro que tú eres perfecta
para mí, tu eres perfecta a mis ojos Camill, no tengo dudas de que eres el amor de mi vida, Rodrigo acarició la mejilla de Camill
con suavidad, tal como lo hacía cuando estaban juntos
Camill salió del cuarto oscuro, solo caminó dos pasos cuando una gran mano tomó su muñeca, que carajos fue eso? Por qué
demonios estabas en ese cuarto? Cristóbal volteó y vio salir a Rodrigo Mendoza de él, el otro CEO no lo miró por qué avanzó
hacía el otro lado
Cristóbal pudo sentir como las llamas salían de sus ojos, es por eso que quieres largarte? te quieres ir con el maldito de
Mendoza de nuevo? piensas que es mejor hombre que yo? Con un demonio soy el maldito padre de tu hijo! no puedes elegirlo
a él
Cristóbal estaba pensando que Camill quería regresar con su antiguo amor, todavía recordaba cuando el día de su boda ella le
confesó que lo seguía amando, en ese entonces solo sintió algo extraño pero ahora el sentimiento lo ahogaba, el dolor en su
pecho era real!
De qué carajos hablas? no me voy a fugar con Rodrigo Mendoza si es lo que estás pensando, salía del tocador y el me jalo
hasta ese cuarto, no estuve ni dos minutos allí dentro!
No puedes dejarme por el Camill, estamos embarazados, no puedes simplemente irte con él! la desesperación se podía ver en
la mirada de Cristóbal, el tenía miedo de perderla, detestaba a Rodrigo pero no dejaba de ser un excelente partido para
cualquier mujer
No me jodas Cristóbal, de haber querido eso no habría huido de mi boda con él, o lo habría perdonado antes de casarme
contigo ese día que llegó a buscarme, será mejor que me vaya, nosotros no podemos estar en el mismo lugar sin desear
matarnos!
Camill dio media vuelta para marcharse , ella tenía algo en su pensamiento, que lástima que te des cuenta hasta ahorita de lo
que valgo Rodrigo, por qué ya es demasiado tarde, lo nuestro está irremediablemente muerto!
Espera! no te irás así, estás embarazada de mi bebé y no vas a exponerte por ahí, estaremos un poco más aquí y después nos
iremos a casa, no quiero que demos un espectáculo frente a todos los empresarios más importantes del país!
Camill asintió y siguió a su esposo tomada de su brazo, ella podía oler la varonil fragancia de Cristóbal, la hermosa mujer
amaba su perfume, él sabía cómo seducirla sin duda, por eso alejada de él estába más a salvo, cerca ella era vulnerable a sus
encantos
La música se escuchaba, el ambiente era muy agradable, muchas parejas bailaban en la pista, muchas de ellas seguían muy
enamoradas, como Tomas y su esposa Alis que se miraban fijamente sin importarles todo de su alrededor
Cristóbal aprovechó para invitar a bailar a Camill
Señora Altamirano, me concedería esta pieza? Cristóbal estaba allí de pie como todo un caballero, Camill aceptó solo por qué
está era una nueva faceta del malhumorado hombre que no conocía
Llegaron a la pista pero la barriguita de Camill les hacía un poco difícil juntar sus cuerpos, Cristóbal era un excelente bailarín y
Camill tenía la gracia de un hermoso cisne, ellos eran tan el uno para el otro, el problema era todos lo sabían menos ellos
Bebé portate bien, mamá y papá están teniendo su primer baile! le hablaba Cristóbal a su pequeño, tocó la pancita de Camill,
papá te ama! dijo el CEO mientras que el niño se movía
correspondiendo al amor de su padre, Camill dejó escapar una lágrima, sus sentimientos eran una mezcla de dolor y alegría,
Cristóbal la miró y secó con su dedo esa caliente lágrima que bajaba por la mejilla de su esposa, ella era tonta, pensaba el
hombre, está mujer no puede ver más allá de su pequeña nariz,