Chapter EI Centímetro 231
Capitulo 231
Eh?: Jorge tenía una mirada de confusión en sus ojos.
Di un paso hacia él, acercándome mucho, tan cerca que podía ofer el aroma de jabón de su cuerpo después de bañarse. Un ölor muy agradable por cierto.
Recuerdo que cuando mis padres estaban vivos, en casa siempre usábamos jabón para lavamos las manos y bañarnos, pero en aquel momento la gente había cambiado el jabón tradicional por el líquido o gel de ducha, raramente se vela jabón, mucho menos se olia su fragancia.
“¿Estás usando una máscara?” Lo molesté.
Jorge frunció el ceño y se miró a sí mismo preguntándome: “¿Cuánto has bebido, ya ni ves bien?”
Había tomado una copa, no mucho, pero él lo olió. Sus palabras me hicieron soltar una risita, estiré la mano y tiré de su camisa mientras le decía: “Jorge, no te hagas el desentendido, no estoy hablando de la ropa que llevas, sino de tu identidad oculta, ¿eres -rico? ¿Y también el gran jefe a escondidas?”
Jorge apretó la mandíbula y dijo: “No entiendo lo que dices.”
Dijo eso y retrocedió un poco, tratando de alejarse de mi.
“¿En serio no entiendes? ¿O estás fingiendo, o actuando conmigo?” Avancé un poco más, algo intencionadamente insistente.
Jorge ya no habló más, solo me miró, y yo también lo miré. Así nos quedamos, bajo la lui no muy brillante de las escaleras, mientras nuestras miradas se entrelazaban… Pasaron por mi mente las imágenes de la pequeña casa donde vive Lilia, pensé en la enfermedad de Lilia, y luego en cómo conoci a Jorge, al final, fui yo quien apartó la mirada primero y solté otra risa diciendo: “Eres tan pobre, no puedes ser tú.”
Dicho eso, solté
su mano y me giré para ir a mi habitación, pero Jorge me detuvo preguntando: “Viniste en auto?”
Sonreí y le respondí: “No, tomé un servicio de conductor.”
Después de decir eso, le hice una mueca juguetona: “Valoro mi vida, y tampoco quiero se un peligro para la sociedad.”
La frialdad en los ojos de Jorge se suavizó un poco, luego levantó la mano y me tocó la cabeza diciéndome: “Buena chica.”
Ese gesto fue como el de mimar a un bebé, parpadeé diciéndole: “Jorge, realmente envidio a Lilia.”
Jorge murmuró: “¿Eh?”
11:48
Tiré de la comisura de mi boca: “Ella debe haber sido mimada por ti.”
La mirada de Jorge se profundizó mientras tomaba mi muñeca y me llevaba hacia su habitación para ofrecerme algo: “Te voy a preparar algo de agua con miel.”
Quería decir que no era necesario, pero él me estaba sosteniendo la mano, cálida y con una especie de atracción, así que lo segui. Ay, era tan susceptible a la tentación. En pocol tiempo, me preparó el agua con miel, y me di cuenta de que la taza tenía un diseño de cabeza de gato, lo que demostraba que claramente era una taza para chicas. Pero Lilia no estaba allí…
“¿De quién es esta taza? No quiero usar la taza de otra persona.” Dije a propósito, un poco también a modo de prueba.
“Es tuya, la compré especialmente para ti.” Las palabras de Jorge hicieron que mi corazón saltara un latido, y mis mejillas se sonrojaran.
Bebi el agua y se sentia dulce. Sentí como si estuviera siendo mimada.
“No bebas cuando estés sola, no es seguro.” Dijo Jorge.
“Estaba con Pablo, te lo he dicho antes, con él no me pasará nada.” Dije la verdad.
Sin embargo, Jorge tenía una mirada ligeramente sombría, sin decir nada. Tomé otro sorbo de agua, y entonces escuché que decía: ¿Así que confías tanto en él?”
“Sí, él siempre ha sido muy bueno conmigo, lo veo como un hermano y él me trata como a una hermana.” Acaricié el asa de la taza.
Jorge se quedó en silencio, y pensé en Pol, a quien había visto esa noche, así que le pregunté: “¿Adivina con quién cené esta noche?”
“¿No fue con Pablo?” Jorge dijo eso con un tono extraño.
No profundicé y solo dije: “Al hijo de Mauricio, Pol Moreno.”
La expresión de Jorge cambió instantáneamente preguntándome: “¿Qué estás tratando de hacer?”
Movi la boca, pensando si decirle que Pol había accedido a llevarme a ver a Mauricio, pero antes de eso Jorge dijo con severidad: “Camila, sé lo que estás tratando de investigar, pero no te metas en esto, yo me encargaré.”