¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia

Chapter Capítulo 50



Capitulo 50

na pasé por un momento de atraccién y no podria elvidado facilmente. Pero, Jimena eventualmente Alegar a casa y abre la puerta, todo el cuarto estaba eno de calidez.

Catonis paban con canicas en una alfombra de espuma, nendo alegremente llenando el cuarto con s Rozalinda estaba sentada en el sofé, viendo la television.

Ela sinti6 el calor de su bogat y una sonrisa se dibuj6 inconscientemente en su rostro mientras deca Al escucharta, los nifios que estaban jugando con las canicas giraron sus cabezas como pequefias m: “Mam4, Jimena*, la dulce voz de Iria fue la primera en llamar.

na que estaba tumbada en la alfombra, intent levantarse, pero su cuerpo rechoncho la hizo tropeza Jimena

Luego, Joel extendio sus brazos como un pequefio pingtiino y corrié hacia Elia y Jimena, exclamandc Elia y Jimena se agacharon al mismo tiempo para recibir a los nifios que corrian hacia ellas, abrazand Elia levanté a la tiema Ina, beséndola en la cara, “jMi nifia, eres tan adorable!”

“LY yo? ;Soy adorable?”, pregunté Joel con ansias.

Jimena apret6 suavemente su pequefa cara y dijo: “Td también eres adorable”,

“Jeje a mi me gusta mas Jimena”, dijo Joel, riendo mientras abrazaba a Jimena y frotaba su cam cont Los mas timidos, Abel e Inés, se quedaron sentados en la alfombra con sus canicas, pero no dejaban 0jOs.

Rosalinda miro y con cara seria preguntd: “Elia, por qué has vuelto tan temprano? Son solo las ;no Elia se rasos la cabeza con vergiienza: “Mama, me quedé sin trabajo”.

";Qué? ;Perdiste tu trabajo después de solo unos dias? Ya no tenemos comida en casa, los nifios nec Esta vez, estaba realmente preocupada.

Sin dinero, la vida es realmente dura.

Ya era complicado con las facturas y, ademas, los nifios hablan dafado el sofa en el trabajo de Sr. Gr Justo cuando Elia estaba a punto de hablar, Jimena intervino: “Sefiora, no se preocupe, no necesito q El desempleo de Elia también tenfa que ver con Jimena.

Elia lo estaba pasando realmente mal.

Criar cuatro nifios no es tarea facil.

“;Qué tipo de trabajo paga tanto como el

que tenias? ;Dos mil ochocientos délares al mes? No puedo ni imaginarlo”, Rosalinda dijo mientras I llenaban

Sus 0jos.

Elia traté de consolarla. “Mama, no te preocupes. Puedo buscar un trabajo a tiempo parcial en Club I vender vino, ganaré buen dinero”.

Todavia tenia el contacto del encargado del Club Real Galaxy.

Inicialmente no se atrevia a ir, por miedo a ofender a la gente, pero ahora, su vida ya estaba asi, ;que Rosalinda se secé las lagrimas: “No tenemos otra opcion. No podemos seguir molestando a Jimena, Elia asintié con determinacion. “Si, iré a Club Real Galaxy y hablaré con el gerente. Debo intentar enc Elia dejo a Iria en el suelo y saco su teléfono para marcar el nimero.


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