Chapter Capítulo 27
Capitulo 27
Asier pensaba que necesitaba saber todo
acerca de esa mujer y su familia, los que conocia desila hacia cinco afios
Oltimamente, solia confunda a otras mujeres con aquella mujer de hace cinco anos.
Tal vez por el paso del tiempo, su recuerdo de ella se habia distorsionado
Incluso cuando se encontraba con alguien que no tenia nada que ver con ella, pensaba que se parec Esa obsesion por encontrar lo familiar no era normal
No podia seguir asi
Saber sobre ella y su familia lo ayudaria a distinguir a
GROZA DAY 245 2miz, los
trataria con ama, “es de las personas ne relacionatse
lendria que manejar seriamente a aquellos que no tenian nada que ver pero ain querian
acercarse a él.
Al escuchar las palabras de Asier, Maribel detuvo su
parlor prom
y siguié Asier
a su oficina, observandolo sentarse en la silla del jefe.
Estaba nerviosa y agitada, pero trataba de mantener la calma, de no mostrar su vulnerabili
Bruno se acerco, eché un vistazo a los papeles que tenfa en la mano, y dijo: “Srta. Maribel, me encarc Maribel volvié en si, sosteniendo en su mano la informacion de los familiares de esos cuatro nifios. Estaba tan nerviosa que apretaba los papeles hasta arrugar los bordes.
Si ella se encargaba personalmente de contactarlos, tal vez podria mantener en secreto quiénes eran Pero ahora que Bréano iba a encargarse de ello, estaba aterrada...
“Srta. Med
Bruno tom¢ los papeles de sus manos y dijo: “Srta. Maribel, te ves cansada, no has descansado bien Lo decfa por preocupacion, porque realmente se vefa mal.
Pero Maribel se apresuré a decir: “No estoy cansada en absoluto, no necesito descansar, Sr. Griera, te Dicho esto, se dio la vuelta y salié de la oficina.
No queria tomarse un descanso. Originalmente, Asier queria que se tomara tres meses de descanso, No podfa imaginar qué pasarfa si no estuviera alli y Elia estuviera con Asier todos los dfas.
Bruno mir6 a Maribel alejarse y, confundido, pregunté al Sr. Ghera: “;Qué le pasa a la Srta. Maribel?” Solo estaba tratando de ser amable, pero su reaccién fue exagerada.
Asier lo miré severamente, sin responder.
No podfa entender el pensamiento de las mujeres.
Al ver la mirada severa de Asier, Bruno no pregunté mas y comenzo a revisar los papeles.
Cuando Elia llegé a casa y abri6 la puerta, vio a cuatro adorables nifios comiendo papas fritas en la n Joel fue el primero en verla. Sus ojos se iluminaron y exclamé con alegria: “Mama, has vuelto.” “Mama!” los otros tres nifios gritaron al unisono.
El corazon de Elia se derriti6.
Todo el cansancio y las preocupaciones desaparecieron, llendndose solo de amor.
"Hola, mis amores, mama ha vuelto.” La voz de Elia estaba llena de ternura, y tenfa una gran sonrisa su rostro,
Joel bajo de la silla, corrié hacia Elia y le abrazo la pierna: “Mamé, quiero un abrazo”
Elia se inclind, acercé su rostro al de él, sintiendo su suavidad infantil, su corazén se llené de amor y Iria extendi6 su manita gorda, apart6 a Joel, y se metié en el regazo de Elia. Froté su cabecita peluda Elia bajo la cabeza y le dio un beso a Iria en su rostro gordito, suave y tierno, con aroma a leche.
No pudo resistirse y le dio otro beso a su carita regordeta: “Mmm, mi pequefia Iria es suavecita y hus “Mam4, yo también quiero un beso.” Joel estaba impaciente por ser el favorito.
Elia sonri6, le acarici6 la cabeza y le dio un beso.
Capitulo 28.