¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia

Capitulo 1869

Justo cuando estaba a punto de molestarse con Orson, lo vio balanceando a Adora sobre su espalda: “Arrancamos con éxito, zun elefante se balanceaba sobre la tela de una arafia. Como veia que resistia, fue a llamar otro elefante...>”

Orson se balanceaba hacia arriba y hacia abajo, convirtiéndose en un caballito de juguete para la nifia, mientras tarareaba una cancion infantil.

Adora, sentada sobre su espalda, agarraba con fuerza la ropa de Orson, su risa infantil sonaba tan dulce y vivaz como el tintinear de una campana.

Fred, que habia esperado un rato al lado, sabiendo que no seria su turno en breve, se impacientaba y su carita se ponia roja: comenzo a caminar con sus pequefias piernas hacia Jimena: “Mama, mama, papi es un caballito de verdad, jes tan divertido! Yo también quiero jugar...” Fred hablaba emocionado, su carita se puso tan roja c como o una manzana, tiraba del pantalén de Jimena y se agitaba mientras hablaba.

Guiada por Fred, Jimena se acerc6 a Orson, y Fred sefialando a Orson, dijo: “Mira a papi, es un caballito de verdad!”

Jimena sonrio forzadamente y acaricio la mejilla de Fred, pero cuando volvi6 a mirar a Orson, su mirada se llend de nuevo de enojo. jEse despreciable de Orson, actuando como si nada hubiera pasado y viniendo a su casa a jugar con los nifios!

Pero con los nifios presentes y tan contentos, no era el momento de decir nada.g2

“Jimena, ya volviste, la comida esta casi lista, pronto podremos cenar.” Jacinta salié de la cocina con un plato, le dijo unas palabras a Jimena y volvié a entrar a la cocina.

Jimena no podia entender como su madre habia dejado entrar a Orson. jY no solo eso, sino que también habia invitado a Orson a cenar en su casal

¢ Qué habia hecho Orson para ganarse a su madre?

Jimena estaba llena de preguntas, pero los nifios estaban tan entretenidos jugando con Orson.

Y Orson, sin ningun alres de gran sefior, estaba dispuesto a tumbarse en el suelo para ser un caballito para los nifios, manteniendo un animo alegre y abierto.

Esto fue algo que Jimena no esperaba, Orson tenia un lado tan amigable.

Ahora que los nifios estaban jugando con Orson y su madre estaba en la cocina, nadie le prestaba atencion a ella.

Jimena se sent6 en el sofa, observando la situacién y esperando, Queria ver cuanto tiempo podria aguantar Orson.

Para su

su sorpresa, alin después de mas de diez turnos con Fred y Adora, Orson no se habia quejado de cansancio ni habia mostrado impaciencia, seguia animadamente ayudando a los nifios a subir a su espalda y cantandoles canciones para hacerlos felices.

No fue hasta que Jacinta termin6 de preparar la comida y la puso sobre la mesa, llamandolo para comer, que Orson les dijo pacientemente a los nifios: “Bueno, ya es hora de comer, después de la cena seguimos jugando, ¢ esta bien?”

Fred y Adora, siempre obedientes, corrieron a la mesa para prepararse para la cena.

Cuando Orson intent6 levantarse del suelo, sus piemas flaquearon por un momento y casi se cae, pero se sostuvo y se levanté con dificultad. Al mirar hacia Jimena, vio que ella lo observaba criticamente.

Orson sonrié: “Jeje, he estado de rodillas tanto tiempo que me he entumecido, casi no puedo levantarme.”

Jimena respondi6 friamente: “¢ Cansado? Nadie te obligé a venir.” Orson se apresuré a explicar. “No es cansancio, disfruto estando con los nifios, estoy feliz. Es solo que mi cuerpo ya no da

“Ese dia en la estacion de policia también fue porque tu cuerpo ya no daba, ¢ verdad? ¢Qué se puede esperar de alguien que no puede controlarse a si mismo?” Jimena lo ret6 con sus propias palabras. Capitulo 1870