Chapter Capítulo 1852
Capitulo 1852
Elia habia estado descansando en casa durante varios dias, pasando su tiempo acompaiiando a Asier.
Hoy, justo después de terminar el desayuno, recibi6é una llamada de Tomeo, de la empresa de disefio de joyas.
Curiosa, Elia se pregunté por qué Tomeo le llamaria de repente. Contesto la llamada.
Con una risa alegre, Tomeo dijo: “Elia, eres parte de nuestra compaiiia, y todavia tenemos tu contrato de trabajo. Ya has tomado varios dias de descanso, ¢ cuando planeas volver?”
Elia se sorprendio, recordando que, en efecto, era empleada de la empresa de disefio de joyas. Desde su accidente, se habia tomado un descanso y casi olvidé que aun tenia un empleo.
Tomeo tenia razon; ella habia firmado un contrato de trabajo con la empresa, y mientras el contrato siguiera vigente, tenia que trabajar. Rapidamente, Elia respondio: “Iré en un momento. Tomeo, como no me habias llamado en tanto tiempo, pensé que la empresa ya me habia dejado ir.”
“Jeje, ¢como crees? Nuestra empresa es muy humana. No despedimos a nadie a menos que renuncien®, dijo Tomeo con una sonrisa que sonaba un poco servil.
Elia rod6 los ojos en privado. Qué bien sonaba eso ahora, pero recordé como presionaban a Jimena cuando no tenia buenos resultados, amenazandola con despedirla si no mejoraba su desempefio.g2
Ahora que le tocaba a ella, parecia que Tomeo habia cambiado de actitud.
Sin embargo, Elia mantenia una fachada de cortesia y dijo con un tono suavemente irénico: “Tienes razon, la empresa es realmente buena y no despide a la gente sin mas.”
Tomeo, que era inteligente, capto la insinuacion, pero fingié no entender y simplemente sonrio, diciendo: “Por supuesto.”
“Bien, voy para alla. Nos vemos en un rato, concluy6 Elia, sin ganas de seguir la conversacion.
En ese momento, Asier se acercaba en su silla de ruedas. Al verlo, el frio brillo en los ojos de Elia se suavizo, y con una sonrisa le dijo: “Hoy tengo que ir a trabajar y no podré acompafiarte. Pero no te preocupes, regresaré en cuanto termine.”
Asier, con un semblante sereno y voz baja y profunda, respondié: “De acuerdo, pero recuerda equilibrar el trabajo y el descanso.”
La interaccion entre ellos era tranquila y suave, un reflejo de la paz y la serenidad que compartian.
Al llegar a la empresa, Elia vio a Jimena ya sentada en su estacion de trabajo y parecia agotada. Sus ojos estaban rodeados de ojeras y su cuerpo se inclinaba sobre la silla, con un aire de cansancio.
Elia se acercé y toc el hombro de Jimena, preguntandole con preocupacion: “Jimena, ¢por qué pareces tan agotada esta mafiana?” Jimena se sobresalto, y al ver a Elia, su energia pareci6 regresar de golpe. Sus ojos se iluminaron con admiracién y emocioén mientras tomaba las manos de Elia: “La gran disefiadora! Finalmente has vuelto al trabajo, jpuedo ver a la verdadera disefiadora E en personal Ante la reaccion exagerada de Jimena, Elia no pudo evitar tocarle la frente, preguntando: ¢No tendréas fiebre, verdad?”
Pero Jimena, radiante, tomé la mano de Elia y exclamo: “¢No lo sabes? jAhora eres una disefiadora famosa y reconocida! Los disefios que vendiste a Asier se agotaron en el mercado.”
Ahora era Elia quien se quedaba boquiabierta. No po
podia creer lo que Jimena le contaba: “¢ En seno?”
¢Acaso parezco alguien que mentiria?” Jimena parpadeo inocentemente, intentando parecer adorable.
Capitulo 1853