Chapter Capítulo 1831
Capitulo 1831
¢ Es que esta pareja no se da cuenta de que estan mostrando su carifio sin considerar como se sienten los demas?
En este momento, Floria solo queria encontrar un agujero para esconderse. Como soltera, gera apropiado que ella soportara tanta muestra de afecto?
Ela estaba sumergida en la ternura de Asier cuando, de repente, recordo algo, volvi6 en si, apart6 rapidamente la mano de Asier y se levant6 de su regazo. Al darse la vuelta, vio a Floria cubriendose el rostro, inmoévil como una estatua,
Inmediatamente, Elia se dio cuenta de que Floria debia sentir vergiienza, ya que nunca habia tenido una relacion amorosa y ahora presenciaba una escena tan intima entre ella y Asier.
Para alguien que ha estado soltero durante mucho tiempo, esto ciertamente era una prueba emocional.
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Elia solt6é una risita nerviosa y se disculpé: “Floria, lo siento, me distraje hablando y no me di cuenta de que estabas
Al escuchar la voz de Elia, que sonaba bastante normal y no tan suave como cuando hablaba con Asier, Floria se atrevio a bajar las manos de sus ojos. Al mirar, vio que Elia ya estaba de pie al lado de Asier, y ambos habian recuperado una distancia normal.
El corazon de Floria se relajo un poco de la incomodidad y con una sonrisa avergonzada, dijo: “No te preocupes, primero le pondreé la aguja al Sr. Griera para terminar rapido y no interrumpirlos mas..
La forma en que Floria mencion6 no querer interrumpir hizo que Elia se sonrojara.g2
Aunque no estaba segura de si Floria lo habia insinuado, Elia no pudo evitar sentir vergiienza al pensar en ello.
Asjer no dijo nada; una vez que entendié los pensamientos de Elia, su estado de animo se calmé y se mantuvo sin grandes fluctuaciones.
En cuanto a los pequefios secretos tacitos entre ellas, él, como hombre, no tenia tiempo para reflexionar con detalle.
Floria rapidamente sac6 una aguja de plata del botiquin y se acercé a Asier respiré hondo y le dijo: “Sr. Griera, ¢esta listo?”
“Comienza“, dijo Asier.
“Esta bien“, Floria reunié el coraje, tomo la aguja de plata y comenz6 a insertarla en la cabeza de Asier.
Esta era la segunda vez que Floria le ponia una aguja a Asier; la primera vez estaba muy nerviosa, pero afortunadamente, el Dr. Diaz llegé y la ayud6 en su
apuro.
Esta vez era la segunda ocasion en la
la que le ponia una aguja a Asies, y ella sabia que esta vez, el Dr. Diaz no vendria.
Todo dependia de ella
Era mentira decir que no estaba nerviosa.
Después de todo, habia puesto agujas a pacientes en muy pocas ocasiones, y el paciente frente a ella no era una persona coman, sino el lider que una vez respet6 profundamente.
El nerviosismo se duplico.
La mano de Floria sosteniendo la aguja de plata estaba ligeramente inestable, dudando de como deberia proceder. Al levantar la vista por casualidad, vio a Elia mirandola con una mirada de preocupacion y expectativa
Esa mirada impact6 a Floria.
Aunque Ella no dijo una palabra, Floria pudo ver la profunda esperanza en sus ojos.
Elia no se rendiria, aunque este fuera una pizca de esperanza de curar a Asier
Y en este momento, deposité toda su esperanza en Floria.
Esa mirada era una muestra de confianza y apoyo.
En el segundo que sus miradas se encontraron, el corazon nervioso de Floria de repente se tranquilizé
Si Elia confiaba tanto en ella, (qué mas habia que temer? {No era suficiente simplemente dar lo mejor de si misma?
Con este pensamiento, Floria se concentré en la aguja y en el punto de acupuntura; encontr6 con precision el punto en la cabeza de Asier y lo insert de manera firme y precisa.