Chapter 35
35
Si había un hecho que Dixon recordaba muy claramente en su cabeza fie la primera vez que había tenido a la loba frente a él.
No había podido reconocer su olor dada la suciedad sobre su pelaje que escondía su aroma, pero era ella Clara. Y bien sabia
que ella se había encontrado con él sola, en medio del bosque por estar precisamente cazando. Había podido oler salvajes
cerca de ella, incluso él mismo la había atacado.
-Ella es mi mate, es la luna de esta manada. ¿Cómo osas pedir que ella vaya a cazar?- Los colmillos de Dixon saltaron a la
vista. Ethan a su lado notó el cambio en su hermano, aunque a él tampoco le gustaba la idea de que ella fuera a cazar, y eso
que no conocía la parte de la historia.
El pequeño lobo bajó la cabeza apretando los labios y comenzando a temblar.
– Alfa, disculpe la insistencia, pero necesitamos que Clara venga con nosotros. Dado su olfato y su habilidad para detectar fácil
a los salvajes es más fácil cazar para nosotros. -Y de paso usarla como carnada-Dixon dio un paso hacia el lobo pareciendo
más grande y sintiendo la sangre recorrer su cuerpo de forma caliente.
El lobo retrocedió. -Espera ¿qué?- Ethan fue ahora que reaccionó- ¿Qué le hacían a Clara?
El lobo, atrapado entre aquellos machos pareció que se hizo más pequeño y que tenía intenciones de huir. Había interrumpido
una conversación entre ellos y, además, ahora pedia algo que podía costarla algo más que su garganta.
-La primera vez que me encontré con Clara, que fue antes que tú – Dixon especifico-estaban en esta misma situación y ella era
la carnada para atraer a los salvajes mientras ellos cazaban.
-En serio-el tono de voz arrastrado que salió de Ethan fue profundamente frío y sus orbes se enfocaron en el lobo que había
hecho la solicitud. Él, ternblando rápidamente buscó una excusa. -Es que Clara es realmente rápida, es fácil que ella pueda
atraerlos. ! Eso hizo que los dos mates gruñeran sonoramente.
Y eso puede llevarla a la muerte – Dixon se inclinó y agarró del cuello al lobo alzándolo sobre sus pies – Ese día que me
encontré con ella yo mismo pude haberla matado – su rostro se desfiguró en una mueca de odio, horros y asco por sí mismo al
recordar el sabor de la sangre de ella.
-Lo siento, lo siento, lo siento-el lobo temblaba notoriamente,
-Allaaaaa – alguien más vino corriendo hacia ellos y se arrodillo- Por favor, no mate a ini hijo – era un lobo adulto que
pertenecía a la guardia y su semblante estaba mortalınente pálido Lo que él dice es verdad, Clara es la pieza fundamental para
cazar, sin ella nuestras vidas corren peligro
La furia dentro de Dixon no disminuyó y sus dedos se apretaron más alrededor del cuello del lobo que casi se estaba
desvaneciendo.
No es miala idea que los acompanie de pronto lo que había dicho Ethan hizo que Dixon
abriera la mano. Su víctima cayó al suelo tosiendo y estremeciéndose de miedo, casi había visto su vida pasar delante de sus
ojos. Su padre se acercó y lo ayudó a incorporarse lentamente. -¿Qué locura estás diciendo?- el tono de Dixon fue aún más
gélido.
-Váyanse- ordenó Ethan de forma demandante-Clara irá a cazar con ustedes en una hora.
Los dos lobos no tuvieron la intención de replicarle, así que simplemente se levantaron y salieron corriendo.
-No recuerdo que tengas la autoridad de mandar en este lugar – el alfa le recordó. Ethan alzó los hombros con desinterés. –
Tampoco me importa lo que digas, pero creo que es una buena oportunidad para que Clara sea reconocida en la manada. Si
ella va a cazar acompañada de alguno de nosotros la tomarán más en cuenta, así como su posición. 1
Dixon frunció el ceño.
-No estuviste ahí cuando la encontré. Ella era la presa.
-Ahora no lo será. Yo iré con ella, la acompañaré como su compañero – Ethan sonrió.
-Y dejar que hagas lo que quieras estando lejos-Dixon estaba renuente, aunque la idea que había planteado su hermano
rondaba su cabeza.
– Piensa un poco más, lobo estúpido – Ethan le soltó lo que hizo que Dixon apretara sus manos en puños casi conteniéndose
de estrellarlo en el rostro de su gemelo.
Al final el alfa cerró los ojos por unos segundos. Clara sería la Luna de la manada, pero por la forma en que era mirada y por los
comentarios que había escuchado la mayoría no lo aceptaba y mucho menos consideraban que la relación entre ellos solo era
una falsa. Además, él había contribuido a ello manteniéndola dentro de la mansión sin que nadie supiera de su situación.
Aun así, la idea de dejar a su gemelo junto a su loba era más de lo que podía tolerar. – Yo iré con ella- declaró el lobo de cabello
oscuro. 1
Ethan se mostró totalmente en desacuerdo.
-Yo planteo la idea y tú te tomas atribuciones. No lo creo. Yo seré quien vaya con Clara a cazar. Tú eres el alfa, tienes muchas
cosas que hacer aquí, hermanito. ¿Qué dirán cuando vean que dejas tus responsabilidades para estar detrás de la cola de su
loba?- movió la cabeza fingiendo desesperación- La manada podrá comenzar a decir cosas que no debe entrecerró los ojos con
un brillo peligroso – Acabas de tomar el lugar y no es tan sólido... alguien podría retarte para tomarlo.
¿Alguien como tú?- Dixon se decía una y otra vez que debía controlarse para no arrancarle el cuello al otro macho. Pensaba en
las consecuencias sobre su mate y lo que ocurriría si la perdía. Pero su paciencia estaba siendo puesta a prueba
constantemente.
Ethan hizo una seña de desinterés.
– Puedo ser el alla de esta manada cuando me dé la gana. Aunque pensándolo bien, es divertido verte detrás del escritorio con
tanto trabajo mientras yo ine divierto, paso el tiempo libre y me devoro a ini mate. !
Las feroinonas de Dixon comenzaban a salir de forma violenta. Era increíble como podía
hacerle perder el control. Nadie lo había logrado antes, pero su hermano tenía la habilidad para tocar los puntos sensibles. Las
garras de Dixon comenzaron a salir nuevamente y la idea de enterrarlas en el cuello del otro que solo lo provocaban pasaba por
su cabeza opacando cualquier pensamiento racional cuando,
-Alfa- una loba apareció en la puerta- lo que usted pidió está preparado y tenemos un problema. Hace falta organizar el tema de
los alimentos.
Dixon chasqueó la lengua reprimiendo sus feromonas. De todas las veces agradeció sinceramente que fueran interrumpidos,
pues tenninaria desgarrando el cuello de Ethan.
-Ves, tienes mucho trabajo. Yo iré con Clara, no te preocupes, no me sobrepasaré con ella. Al menos no lo suficiente para que
ella no sufra en el proceso – había una sonrisa en los labios del
lobo rubio. 1
Dixon gruño, pero al final le dio la espalda y se encaminó al interior de la casa pasando por al lado de la loba para recoger la
bandeja preparada en la cocina y volver a la habitación donde había dejado a Clara. Su cabeza comenzaba a doler y era algo
que estaba ocurriendo con demasiada frecuencia.
Ethan lo vio desaparecer y su rostro se relajó. Tenia una mezcla de emociones dentro de él que lo estaban atormentando.
Deseaba matarlo, al menos en parte para cumplir su venganza, pero a la vez algo dentro de él le decía que no podía hacerlo,
como un lazo debido a que eran gernelos. Además, estaba la incógnita de porque habían sido separados, y ahora que lo
pensaba ... si eran gemelos era porque eran de una misma madre, pero la luna anterior había sido asesinada y su madre lo
había llevado con él. Ethan echó la cabeza hacia atrás con algo de mareo. Pensar no era su fuerte. Era más un lobo que se
guiaba por el instinto.
Dixon subió la escalera y abrió la puerta de la habitación. Estaba en silencio y lo primero que hizo fue buscar a su mate,
encontrándola en la cama, durmiendo boca abajo con su rostro cubierto por su cabello. La sábana cubría hasta su cadera
dejando a la vista su torso apenas cubierto por una camisa, que por el olor supo que era de él. La ropa que ella tenía antes
puesta estaba regada en el suelo. Sin hacer mucho ruido caminó sigiloso hasta el costado de la cama y dejó la bandeja en la
mesa de noche y se sentó en el borde. Podía oír la respiración pausada de Clara, no se había despertado con su presencia y
parecía tan vulnerable delante de él. Dixon podía correr el cabello de su nuca y morderla fuertemente mientras alzaba su cadera
y la penetraba, anudándola y llenando su interior con su esencia hasta que su vientre se hinchara. Eso de seguro sería
realmente satisfactorio para ambos. Lentamente se inclinó y besó el hombro descubierto de ella. La camisa le quedaba algo
grande por lo que su espalda no estaba del todo cubierta. Ante el peso y su calor la loba gimió y se removió ligeramente. Dixon
no retrocedió y raspó con sus colmillos la piel delicada delante de el para después lamer las marcas que desaparecieron. Ella
era tan sabrosa que lo estaba tentando.
Con un ágil movimiento se incorporó, apartó la sábana dejando a la vista el trasero desnudo solo cubierto por la tela de la
cuinisa que corrió hacia arriba, para sentarse sobre la cadera de ella, con sus muslos a cada lado de esta. Bajó él ella se veia
tan pequeña por lo que no recargó por completo pero su dejó que ella pudiera sentir el calor de su creciente erección contra sus
nalgas a pesar de la tela de su pantalón. Bajó él la loba gimió girando la cabeza hacia el otro lado y alzando su cadera
inconscientemente un poco por lo que se rezó aún más con él. 1
Ante eso Dixon fue el que gimió. No había entrado a la habitación con la intención de hacer aquello y menos de follarla, su
objetivo era darle de comer, pero como no podía sentirse tentado. Su mate, era delgada, pero hermosa para sus ojos a pesar de
todo. No pudo evitar inclinarse recargando su peso sobre sus brazos y bajó la cabeza hasta que sus labios estuvieron tan cerca
de la oreja de ella que la rozaron. -Sé que estás despierta, estás temblando, pero no tengas miedo, te voy a hacer sentir bien- le
dijo el lobo chupando el lóbulo.
Y Clara, debajo de su gran cuerpo, abrió sus ojos azules y claros y lo miro de reojo. Había miedo en ellos, así como curiosidad
dado que los toques de él, a diferencia de antes, era mucho más gentiles y el olor del macho la estaba excitando. No sabía en
que terminaría eso, pero esperaba poder salir ilesa.