Destinada a los gemelos alfas

Chapter 26



26
Ethan abrió los ojos de golpe, una sonrisa se proyecto en sus labios. Se enderezó sintiendo su espalda completamente tensa
después de estar horas en la misma posición. Su hermano, el supuesto alfa lo había dejado en aquella celda solo con una
manta y nada más. Se podía ser un poco más considerado, pero viniendo de él se lo esperaba. Que se podía esperar del hijo
de aquel maldito lobo que lo había abandonado junto con su madre a la deriva, en pleno bosque, rodeados de salvajes y sin
comida.
De solo recordar aquellos años le hacía sacar sus colmillos y querer desenterrar el cuerpo del antiguo alfa, ese que solo había
dado su esencia y degollarlo por sí mismo.
Pero ahora no era el momento de pensar en ello. Quien venía caminando en dirección a él era lo que llenaba toda su atención.
La había llamado innumerables veces, sobre todo en las noches, para que dejara a su hermano y viniese con él. Él podía darle
lo que de seguro Dixon no podía. Al final ella había acudido a su llamado y eso lo llenaba de goce. Era su mate después de
todo.
Escuchó los pasos lentos y muy suaves que se acercaban a la celda y se levantó para agarrar los barrotes entre sus manos. El
olor rico de las feromonas de su hembra le hicieron aspirar con fuerza y llenarse los pulmones. Dios, eso era lo mejor que podía
pasarle en el dia.
Sintió su cuerpo calentarse y su miembro ponerse duro ante la esencia de ella. Dejó salir también sus feromonas en respuesta
atrayéndola con más fuerza. Queria besarla y tocarlo, borrar la esencia de su hermano, aun cuando era consciente que ella lo
necesitaba también. Maldijo a la diosa luna. ¿Por qué tenían que tener una misma loba para los dos? ¿Por qué tenía que
compartir? La figura que se detuvo delante de él hizo que su mente dejara de pensar y toda su atención se depositara en ella.
Al fin estaba allí.
Clara salió de la mansión del alfa con paso seguro. No encontró nadie que se atravesara en su camino Se notaba que había
una emergencia en la manada. Hizo tronar su cuello sintiéndolo tenso. Estar tantos días encerrada no le habían hecho nada
bien a su cuerpo, e incluso la lluvia mojando su vestido y enfriando su piel fue la mejor sensación del mundo. No permitiría que
al menos ellos la volvieran a encerrar.
Bueno, al menos a ella, su otra parte... esa seria otra historia, la Clara débil era difícil de manejar, aunque en este momento la
tendría que utilizar. Ya el beta se había enterado de su situación, no podia permitir que sus mates lo supieran Solo espetaba
que al lobo no se le fuera la lengua

Ahora, y con una leve sonrisa se encamino hacia donde estaba encerrado su mate. Llegó rápido. Sus piernas se habían movido
por si solas En la entrada encontró que había un guardia. Era de
spatarse, Dixon no dejaria solo a su hermano, dada la amenaza que representara. Chasqueo la Innfila y relajo su rostro
Spaceró a él con la cabeza pacha. Al verla el lobo se pudo tenso.
Tú no lo mucho más Ya era bien sabido el hecho de que ella era la pareja del alla y la fu!uia lua de la tanada Aun asl, la idea no
falan bien nepuna por algunos U lar de hablar con el lub qurista alla letto, me punte da la llave? ella habló
con un tono suave y muy sumiso. Acto seguido hubo una carcajada por parte del guardia. -¿Esto es en serio?- había desdén en
su forma de hablar – Acaso esto es lo que nos va a dirigir. Esta loba que ni siquiera puede alzar la cabeza y pedir las cosas de
forma tan miserable. El macho alzó la mano en dirección al cabello de ella con intenciones de jalarlo fuerte cuando se quedó
congelado en el aire. El olor que ella desprendía, uno mezclado non solo con el del alfa, y del que tenía encerrado, sino uno
más fuerte y demandante le hizo erizar todo el vello de su cuerpo y retroceder un paso. -Ah. Y yo que quería ser amable – Clara
dijo moviendo ligeramente su cabeza y apretando uno de sus puños.
El cuerpo del guardia cayó en el suelo sobre un charco de agua de lluvia. Ante él clara abrió su mano dejando que sus dedos se
movieran para relajarlos después de haber golpeado al macho fuertemente en su estómago, al punto de dejarlo inconsciente. -
Este cuerpo está muy débil- se quejó Clara con sus huesos palpitando- tendré que entrenarlo más cuando esté al mando.
Suspiró y se arrodilló para sacar la llave del bolsillo del pantalón del lobo y se encaminó hacia el interior de las celdas. Su mate
ya la esperaba. Solo con entrar pudo oler las feromonas de él respondiendo a las de ella.
Clara avanzó hasta el final donde el cuerpo del macho estaba contra los barrotes con una posición relajada y una expresión
típica de aquel que sabía que había ganado. Claro, él la llevaba llamando desde hacía tiempo atrás y ella al final había acudido.
Bajó la cabeza para que él no pudiera notar el brillo carmesí de sus ojos y sacó la llave. Pudo oler la ansiedad del lobo ante los
movimientos de ella, se notaba que ansiaba que esa puerta no estuviera entre ellos. Pero Clara no tenía intenciones de ser
descubierta.
Y así, cuando la reja ya no fue un obstáculo entre ellos dejó que su parte débil retomara el control no pudiendo retroceder
cuando los brazos de él envolvieron su cuerpo y lo abrazaron con fuerza.
Clara nuevamente consciente se impresionó tanto por donde estaba, con quien estaba y lo que estaba haciendo... con la boca
del lobo comenzando a devorar la suya. +


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