Chapter 23
23
La habitación estaba inundada de feromonas de loba hembra. Clara lo había hecho con la intención de tener al lobo bajo ella en
trance. Aun cuando no estaban enlazados, él la había marcado y como su mate su cuerpo se relajaría ante la presencia de su
olor. Una leve sonrisa apareció en el rostro de Clara mirándolo desde su posición.
A diferencia de la Clara consciente, ella no tenia intención de quedarse con los brazos cruzados. A ella le costaba mucho más
trabajo salir. Normalmente tenía que usar esos momentos más vulnerables o de noche cuando estaba durmiendo. Su
consciencia era débil, solo lo suficientemente fuerte para resistir el dolor que la otra no podia, o no quería enfrentar. Para ella
era más fácil entregarse a la muerte. Pero esta Clara no tenía esa intención.
Y para eso iba a utilizar cualquier método que fuese necesario. Como el que había aprendido.
Su mirada poco a poco se estaba mejorando y se había dado cuenta que esto estaba ocurriendo desde que se estaba
vinculando con los alfas, con sus fluidos, con su esencia. En ese caso utilizaría el más fuerte de ellos. Su sangre. Su fiera capaz
de consumirla, de seguro se volvería más fuerte y podría tomar el control por completo de ese cuerpo. Y esta vez no se echaría
hacia atrás. No dejaría que sus mates la destruyeran. Su garra, cuando estuvo completamente desenfundada acarició la piel
tierna del cuello el alfa. Este se removió ligeramente sumido en su sueño. Clara no se detuvo y lentamente comenzó a hacer
una leve herida por el costado, donde la vena latía más fuerte. Pronto la sangre comenzó a brotar el un fino hilo.
Dixon se removió lentamente, como si ante la pequeña ola de dolor fuera a despertar. Clara puso su mano sobre la mejilla
exudando un acogedor calor y enfocando sus feromonas contra
él.
-Shhhh-hizo un sonido con sus labios y el lobo se volvió a quedar quieto en su lugar. Las manos de él se removieron terminado
sobre los muslos de la loba donde los apretó con algo de fuerza. Ella supo que al día siguiente terminaría con marcas, mas no
le importó.
Pasó su lengua por el borde de los labios y se inclinó lentamente contra el cuerpo del lobo. Se detuvo al tener su rostro muy
cerca del cuello del alfa para ver su reacción y al notar que este no se movió abrió su boca y lamió la pequeña herida de un lado
a otro. Su cuerpo al momento se estremeció ante el sabor tan fuerte y denso. Pudo sentir como con solo una lamida su sangre
entraba dentro de ella tan caliente y poderosa. Definitivamente era un lobo con genes de alfa y uno que no era para nada débil.
Con más confianza volvió a lamer y esta vez pegó su boca saboreando la sangre que salía de la herida sintiendo que no sería
suficiente. Dentro de ella quería más, más... mucho más.
Dixon sentia que algo presionaba contra su cuello. Era una sensación placentera, pero de igual forma, y como todo alía
entrenado, presentía que algo no estaba bien. Sus alarmas sonaron y lo hicieron abrir los ojos.. para no encontrar nada.
Fruntiendo clicno se recargó en la cama sobre sus codos y iniró a todos lados. La habitación estaba en pennibras y no había
nadie, solo estaba el.. y dándole la espalda su mate muy tranquila y quieta Aun así, se llevó la mano a su cuello y pudo percibir
que había algo allí, latyco, in una pequena herida y no recordaba en qué momento se la liabla herlio
1 d
l 10 Cones dedos y la piel estaba sensible alll donde locaban y sullów leve frunko
Enfocó a la loba a su lado y era imposible que ella pudiese haberle hecho algo, le tenía miedo, ella era incapaz de atacarlo de
ese modo, aunque lo había mordido en el baño. Y, además, algo estaba extraño con ella. Se pasó la mano por el cabello
echándolo hacia atrás. Estaba pensando demasiado. Había descansado muy poco en los últimos dias. En la mañana, más
fresco analizaría bien la situación y hablaría con su mate. Necesitaba conocer más de ella.
Acostándose de nuevo en la cama se giró y pasó un brazo por encima de ella pegándola a su cuerpo. Clara no se movió ante la
cercanía de él. Y cerró los ojos procurando dormir nuevamente, sin darse cuenta que la loba tenía los ojos abiertos. Sus orbes
pasando de rojo a azul cristalinos antes de cerrarse también.
***
El día se había pasado lloviendo desde el amanecer. Clara se encontraba sentada junto a la ventana. El grillete aun en su tobillo
comenzaba a hacer daño por lo que apenas se desplazaba lo necesario. Allí dentro se sentía una prisionera.
Abrazó sus piernas contra su pecho y se preguntó cuándo seria capaz de salir de allí. Al menos cuando trabajaba tenía la
opción de sentir la yerba bajo sus patas y la brisa contra su pelaje. Pero allá adentro se estaba asfixiando. Era un lobo después
de todo, y tenerlo encerrado era como cortarle las patas. Y su padre era especialista en usar este tipo de castigo. Entonces...
que se diferenciaba su mate de su padre. Hasta el momento, en nada. Sintió como la puerta era abierta y ni siquiera miró hacia
allí. Su vista cada dia era mejor y a diferencia de otros días se le sumaba un sabor metalizado, pero a la vez dulce en su
paladar. No quería pensar que fuera sangre... porque no sabría de dónde había salido. -Vengo a quitarte el grillete – Will se
acercó a ella con una llave en sus manos. Clara ni alzó la cabeza.
-El alfa me dijo que te la quitara, que cuando mejorara la lluvia te llevaría a correr por el bosque. Es momento de que comiences
a aprender cómo ser la Luna de la manada. Ya todos están comentando y eso no es bueno.
Clara lo escuchaba mas no respondía nada. Las manos de él se acercaron a su tobillo y quitaron el grillete que cayó en el suelo
con un sonido sordo. Era como si su mate le hubiera leído su mente y sus pensamientos. Al menos ya no estaba amarrada, sin
embargo, no podía sentir aun feliz.
-No intentes de nuevo huir o intentar quitarte la vida. El alfa no lo tolerará de nuevo – Will le decía con un tono tajante, como un
discurso dado a un niño malcriado – Eres la Luna de esta manada ahora, tienes que dar el ejemplo.
Clara mantuvo la cabeza gacha.
– En serio, no entiendo cómo fue que la Diosa Luna te escogió a ti para que fueras la mate del alla... y se su hermano – ella lo
escuchó chasquear la lengua- Eres pequeña. Eres débil, no tienes nada de especial, y aun así... aun asi.
– Aun asi... que el tono que salió de la loba y la atinosfera que cambió de pronto de ella hizo que Will se alarmara y retrocediera
un paso.
Skó sus colinillos y gruntó sonoramente viendo como la loba que antes estaba en una posición completamente sumisa y
callada, ahora se levantaba del borde de la ventaba y alzaba la cabeza
mostrando una sonrosa en su rostro que le heló la sangre.
-¿No tengo nada especial?- ella repitió haciendo que sus orbes se fueran tornando de una coloración rojiza nuevamente-¿Qué
sabes tú para decir eso, beta?- la sonrisa desapareció por completo. Will retrocedió otro paso sacando sus garras y poniéndose
en posición de ataque. Su cuerpo comenzó a cubrirse de un sudor frío y de su boca solo salió una palabra. -Salvaje.