Chapter Capitulo 15
Capítulo 15
Benjamin levantó el pie y subió al segundo piso, su celular comenzó a sonar
“Hola.” Benjamin contestó la llamada.
Del otro lado de la linea, se escuchó una voz preguntando: “Hola, ¿es usted quien ofrece 200 mil en busca de un heredero?”
El semblante de Benjamin se oscureció, “¿De qué heredero o dinero me está hablando?”
“Es sobre el anuncio que publicaste.”
“No publiqué ningún anuncio.” Benjamin colgó con el rostro frio como hielo. Ya estaba de mal humor y tenía que soportar estas tonterías. Estaba sumamente irritado.
En menos de un segundo, el teléfono sonó de nuevo con la misma pregunta sobre el heredero y el dinero.
Con su aguda intuición, Benjamin rápidamente se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y ordenó investigar. Todo apuntaba a su joven esposa.
Ella habia publicado el anuncio para fastidiarlo.
Pero al enterarse, Benjamin no se enfadó.
Era un juego para llamar su atención.
¿Eso era lo que haría alguien que quería divorciarse?
Una sonrisa se reflejó en la esquina de sus labios, y llamó a Elisa, fingiendo un tono serio para confrontarla.
Pero se encontró con que su número había sido bloqueado.
El rostro de Benjamín se heló aún más.
¡Esa mujer se atrevió a bloquearlo!
Elisa pasó la noche en el estudio. Había tomado medicina y se quedó dormida en el sofá, disfrutando de un sueño profundo y dulce.
Al despertar al día siguiente, se sintió completamente recuperada y recibió una
invitación de Grupo NA para discutir una posible colaboración.
“¿En serio? ¿Nuestro presidente está interesado en mi diseño?” Elisa no podia ocultar su alegria.
NA era una famosa marca de lujo internacional. Habian estado buscando nuevas
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marcas y aunque Anastasia había mostrado interés, no esperaba que esta oportunidad se materializara. ¡Qué giro tan afortunado!
Pero había un problema.
Sus diseños estaban en su casa y no los había llevado consigo..
Tras dudar por unos segundos, decidió volver para buscarlos. Eran suyos y tenía todo el derecho de recuperarlos.
Tomó un taxi de regreso a la villa Jardin Encantado.
Llegó alrededor de las diez, un horario en el que Benjamin ya estaría en la empresa, así que Elisa estaba bastante segura de que no se encontrarían.
“¡Señora!” Al entrar, Ana la saludó.
Elisa se sobresaltó y le hizo una señal de silencio. “Ana, no le digas que vine hoy.”
Después de decir esto, subió de puntillas las escaleras.
Ana se quedó confundida. ¿Por qué la señora actuaba como si estuviera robando en su propia casa?
Y además, el señor se encontraba en la casa, nadando en la piscina del ático.
Elisa se coló en el dormitorio principal con sigilo y, para su alivio, no había nadie. Se apresuró a buscar sus bocetos y luego eligió ropa adecuada para la reunión en el vestidor. Si iba a colaborar, debía vestirse apropiadamente.
Benjamin, después de nadar, regresó al dormitorio con intenciones de ducharse cuando escuchó algunos ruidos en el vestidor.
Se acercó con cautela y empujó silenciosamente la puerta.
Dentro, una pequeña figura femenina se estaba cambiando de ropa.
Se había quitado la falda y sus largos cabellos caían sueltos, revelando su piel
resplandeciente marcada con huellas de distintas intensidades, todas dejadas por él la
noche anterior.
¿Cómo había vuelto?
Benjamín bajó la mirada y pensó por un momento, ¿será que no quería divorciarse después de todo?”
Al considerar esto, su mal humor mejoró notablemente y entró con el rostro serio a propósito, “¿Para qué volviste?”
Elisa estaba poniéndose una falda cuando escuchó su voz. Sorprendida y nerviosa,
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luchaba con la prenda sin poder ponérsela correctamente, exclamando en su apuro, “¡Mm, mm!”
Benjamín frunció el ceño, se acercó y la abrazó, ajustando su falda y ayudándola a ponérsela, “Algún día tu torpeza te matará.”
Elisa se quedó en silencio…
Una vez que pudo ver de nuevo, se dio cuenta de que estaba en sus brazos.