Chapter Capítulo 18
Capitulo 18
Clara tomé un respiro profundo, tratando de calmarse y le dijo a Silvia: “Deja de
buscarme, no todos tienen que apoyar tu cuento de amor".
Silvia siempre habia sido consentida, nunca habia sido rechazada por nadie.
Insistentemente, persiguié a Clara con preguntas, queriendo entender por qué
no la queria ayudar.
Asi, ambas entraron en el callejon una detrés de la otra. Clara sentia que no
podia deshacerse de ella facilmente, asi que intenté deshacerse de ella como
fuera posible, pero en el siguiente segundo, abrié mucho los ojos.
Silvia fue derribada por detras.
“Es ella, la prometida de Raul
“Atrépenla, Raul seguro paga’
“Hay otra chica aqui, atrapenla también, quiza también sea un objetivo valioso*
Antes de que Clara pudiera gritar, todo se volvié oscuro. Le cubrieron la cabeza,
le ataron las manos y los pies, y las subieron a un carro.
Cuando Clara despertd, estaba en un almacén abandonado, atada a una silla
rota. Silvia también estaba atada a un lado, llorando y maldiciendo.
*¢Saben quién soy? Mi hermano los llevaré en la carcel jSuéltenme ya!“.
Un hombre con rostro demacrado se cansoé de su alboroto y le di6 una bofetada:
“Callate, o te arranco la ropa“.
Silvia empez6 a llorar mas fuerte.
El hombre no se atrevié a hacerle nada, porque sabia que la familia BEcquer no
era facil de enfrentar, especialmente ese abogado llamado Flynn.
El hombre le lanzé un mévil a Silvia: “Llama a tu novio, dile, que prepare 2
millones de délares, ini un centavo menos! Y que venga solo a dejar el dinero.
Dile que no intente nada, 0 no nos haremos responsables de lo que le ocurra“.
Silvia estaba asustada, tomé el teléfono y marcé el nimero de Ral entre
lagrimas.
En la familia Bécquer.
El ambiente era pesado. Silvia habia sido secuestrada y la dofia Montserrat,
siempre elegante y serena, ahora estaba muy preocupada. Flynn y su padre
Guillermo Bécquer, junto a Rall, esperaban la llamada.
Guillermo estaba muy molesto, pensando que esos bastardos que habian
secuestrado a Silvia solo querian el dinero de Raul, él tenia que darles una
explicacion.
Después de unas dos horas, finalmente llegd la llamada de Silvia. A duras penas
logré explicar la situacion entre sollozos. Rall la calmé con dulzura y ella
finalmente dejoé de llorar al otro lado del teléfono, incluso sintié un dulce alivio.
Sabia que Raul la amaba y que no dejaria que le hicieran dafio.
Justo cuando la llamada estaba a punto de finalizar, se escuch6 una voz
temblorosa de mujer: “No me toquen, jno me toquen!*.
Raul reconocié esa voz al instante. jEra Clara! ¢Cémo podia estar con Silvia?
Raul al imaginar esas manos sucias sobre ella se llené de ira. Pero cuando
levant6 la vista y vio los ojos penetrantes de Flynn, volvi6 en si.
Flynn era un hombre muy astuto, si él se delataba, todo lo que habia construido
se vendria abajo. Rail sabia lo que tenia que hacer; fingié no reconocer a Clara
y dijo a los secuestradores al otro lado del teléfono: “Llevare los 2 millones de
délares. No toquen a mi prometida“. Se sinti6 aturdido después de decir eso.
Después de colgar, Rall se disculpé con los dos ancianos de la familia Bécquer.
“Todo esto es mi culpa, pero no se preocupen, traeré a Silvia sana y
salva“.
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El padre de la familia Bécquer asintio,
muy conforme con su decision. The
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Raul se fue en su carro. Solo
guedaban los de la familia Bécquer
en la villa, aun con las mentes llenas
de preocupaciones. La dofha
Montserrat se sintié un poco mas
aliviada, se seco las lagrimas y con
> “ toe wy
cierta vacilacion dijo: “Creo que
acabo de escuchar la voz de Srta.
f : “
Castillo, ¢la escuchaste, Flynn?“. The
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Flynn ya habia tomado las llaves de
. Lo
su carro y dijo con calma: “Voy a
¢ . “
averiguarlo ahora mismo". The
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