Rómpeme Cúrame y Olvídame novela completa

Capítulo 184 

Al día siguiente, al llegar al trabajo, y como ya le habían avisado que Melody sería la encargada de recibir a los clientes, ella se esmeró en maquillarse, se puso lápiz labial y se enfundó en un grueso abrigo antes de salir. Al llegar a la empresa, Marina la miró apoyando su barbilla con la mano y le dijo con una sonrisa: -Ay, si yo fuera hombre, seguro que me enamoraría de ti- 

Melody sonrió y le preguntó: -¿A qué hora llega el cliente?- 

-A la una de la tarde- Marina le brindó una taza de café siguiendo la tradición local: -Un café instantáneo al día y las desveladas ya no te asustarán- 

Bruce, en pijama, se paseaba por el estudio, regando las plantas y ordenando el escritorio de aquí para allá. Marina comentaba que Bruce a menudo se quedaba a dormir en el estudio por el trabajo y, por esa razón, se la pasaba en pijama todo el tiempo. Melody no pudo evitar reírse al ver el gorro de dinosaurio con la boca abierta que llevaba en la cabeza y la pequeña cola que arrastraba por el suelo. 

-Ya basta de regar las plantas, hombre- Luna entró gritando, ¡Caramba, en un mes has matado cuatro cactus con tanta agua! Te lo suplico, ¿alguna vez has pensado en lo que siente el cactus? No, solo piensas en ti- 

Trey fue el último en llegar, llegando como si flotara, con gafas de sol y un aire de profesor poseído por la locura de su propia investigación. Apenas entró al estudio, se desplomó sobre la mesa. 

Melody se sobresaltó y cuando fue a verlo, Trey ya estaba rápidamente acostado en su escritorio, con los ojos cerrados. 

-¿Qué le pasa?- 

-Ya te acostumbrarás- Ángel restó importancia con un gesto de la mano, -Así viene a trabajar todos los días, ahora está cargando baterías, en la noche se despierta y se pone a trabajar- 

-Su reloj biológico es diferente al nuestro Luna se encogió de hombros y señaló hacia Bruce, -Miral ese nerd, duerme poco, madruga y aun así está lleno de energía. Siempre está regando plantas, en otros lugares las plantas se mueren de sed, aquí las nuestras se ahogan, él las trata como si los cactus fueran ninfas acuáticas- 

Bruce incluso se daba tiempo para hacer ejercicio matutino, vestido en su pijama entero y moviendo la cola, ejercitaba su cuerpo diciendo: -Es mi pasatiempo, sin esto no puedo empezar programar- 

-Qué curioso que un grupo de personas con pasatiempos tan peculiares terminaran juntos. 

A la una de la tarde, cuando el cliente estaba por llegar, Angel le dio unas palmaditas en el hombro a Melody diciéndole: -La pensión de nuestro estudio está en tus manos- 

Con un sentimiento de nerviosismo y expectativa, Melody esperó hasta la una y veinte, cuando finalmente el cliente subió las escaleras y llegó a la sala de recepción del estudio. Al escuchar el ruido, Melody levantó la cabeza, lista para saludar al cliente, pero sus palabras se quedaron atascadas en su 

garganta. 

Briar estaba frente a ella, se veía impecable en su traje a medida que resaltaba su elegancia y su rostro refinado. Detrás venía Diego, quien le lanzó un saludo con la mirada a Melody, que seguia paralizada, 

sin reaccionar. 

Briar se sentó en el sofá frente a ella y soltó una carcajada fria, -¿Qué? ¿Te sorprende verme?- 

Ese tono de burla familiar hizo que Melody se estremeciera involuntariamente. ¿Por qué… por qué Briar 

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seguia apareciendo en su vida? ¿Por qué siempre tenía que encontrárselo sin querer? 

Al ver la repulsión y la resistencia en el rostro de Melody, Briar por primera vez sintió cómo una simple fruncida de ceño podía hérir tanto.