Rómpeme Cúrame y Olvídame novela completa

Capítulo 183 

-Mañana viene otro cliente- Marina finalmente terminó de escribir lo que tenía que hacer ese día, revisó el trabajo y después de imprimir varias copias, repartió las hojas a todos, -Chequeen la trama, si lés parece, vamos por ese camino, el próximo mes lanzamos el juego. Meti un montón de bifurcaciones, incluso hay dos finales trágicos, en und muere el protagonista y en el otro, muere el jugador mismo- 

-¡Ay, Dios mío! Con esos dos finales seguro el juego va a causar un gran revuelo- 

Ángel se recogió su larga cabellera con una cinta, -Melody, vas muy bien para tu primer día- 

-Gracias- A Melody realmente le gustaba el ambiente del lugar, todos allí eran buena onda y no había esa competencia tóxica de otras empresas, lo que la hacía sentirse bastante relajada. 

-Ahora vamos a tener una reunión. Tresito, ¿terminaste tus dibujos?- 

-No-Bajo los ojos de Trey se notaban ojeras por la falta de sueño, Melody pensó que de un momento a otro podría estrellar la cabeza contra el monitor de su computadora y quedarse dormido, -Marina acaba de decir que mañana viene un cliente y yo no estoy para atender a nadie, que vaya el que tenga Cup E- 

Luna le dijo, -Ah, ¿así que me estás subestimando?- 

-Marina le dijo, -Aunque soy capaz de lidiar con él, no voy a ir, que vaya Melody- 

¿Quién será este cliente que todos querían evitar atender? 

Como Melody era la nueva, no se sentia cómoda negandose, asi que aceptó, -Bueno, yo lo intentaré- 

-Usa tu belleza para encantar al cliente, a ver si suelta unos cuantos millones para el proyecto- Trey, mientras retocaba los detalles de un dibujo, la miró de arriba a abajo, -Más o menos pasas, te deseo 

suerte- 

-¡Si tuviera unos millones dejaria de trabajar en este juego tonto de criar a una niña y haría un juego de verdad! Bruce comentó desde un rincón. 

– 

-Ángel, pásale una almohada a Bruce- Le dijo Trey con indiferencia. 

Ángel y Bruce se quedaron confundidos, -¿Cómo asi?- 

-Necesita seguir soñando- 

…A las diez de la noche, Melody terminó de trabajar y al salir de la empresa pasó por el vestibulo del departamento de marketing, seguro que ellos no tenían tanto jaleo como en su departamento y Leonora debía haber salido temprano. 

Melody se estiró para relajar las manos, sintiendo que este trabajo era justo lo que necesitaba para despertar la emoción que había estado dormida por tanto tiempo. Al salir, se dio cuenta de que estaba Iloviendo, era una lluvia fina que traía consigo un aire húmedo y frío. 

Detrás de ella; alguien la siguió. Era Trey, que llevaba un paraguas porque últimamente llovia con frecuencia y lo había dejado en el estudio por si acaso. 

Al ver a Melody refugiándose de la lluvia en la entrada, Trey tardó un rato en decirle 

en voz distante, -Ven aqui- 

14:59 

Melody se quedó parada por un momento, observando su rostro. La luz no era muy fuerte en la noche, y luces del primer piso, su estudio estaba en un edificio de oficinas, ya eran las diez y habian apagado las solo quedaban las luces de emergencia del ascensor y las salidas. En la oscuridad, ella podía ver su rostro a la luz tenue. 

Trey se dio cuenta de su vacilación y, impaciente, insistió, -Ven aqui- 

Melody se acercó y Trey abrió el paraguas, cubriendo la cabeza de Melody con él. 

La acompañó hasta que tomó un taxi y justo cuando ella iba a agradecerle, Trey ya se había ido con el 

paraguas. 

Melody había querido ofrecerle llevarlo como agradecimiento… 

Pero viendo cómo caminaba, su casa debía estar cerca de la oficina. Melody dejó de pensar en eso, le dio su dirección al taxista y el coche arrancó, alejándose del edificio. 

La lluvia continuaba y, después de un rato, un hombre salió de la oscuridad del edificio. Su cara estaba empapada y en su mano agarraba un paraguas delgado. 

Mirando hacia dónde se había ido Melody, se dio cuenta de lo que estaba haciendo y soltó una risa baja. 

Las gotas de lluvia caían por su rostro mientras Briar apretaba los labios, su cara reflejaba una frialdad implacable. Sus ojos oscuros y profundos eran tan frios como el clima de afuera, que susurraba con una llovizna persistente. 

Todo a su alrededor estaba empapado, solo un pequeño rincón seco revelaba que alguien había estado. alli por un buen tiempo.