Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Chapter Capítulo 711



Capitulo 711
El tiempo en la zona del desastre pasaba lento y rapido a la vez, y pronto se hizo
de noche.
A diferencia de las tierras bajas, aqui la ahitud superaba los 3400 metros Marisol
habla tomado un vuelo apresurado la noche anterior y tras llegar, apenas
descantd unas pocas horas antes de dirigirse en coche hacia el area afectada
por el terremoto, sintiéndese algo agotada.
Al apagar la camara y prepararse para descansar, alguien la golpeé comendo.
Ella le ofrecié ayuda, preguntando
Despacio, estas bien?”
Era un muchacho muy joven, que parecia no haberse graduado de la
universidad todavia, con un aire de inocencia en su rostro, probablemente un
voluntario que habia venido a participar en las labores de rescate
Estoy bien exclamé el joven, jadeando, “Si fuera més rapido, podria ayudar atin
mas!”
Mansol no pudo evitar sonreit, admirando el corazén compativo del muchacho
De vuelta en el campamento de periodistas, después de asegurar el equipo,
saco dos cajas de fideos instantaneos de su mochila Los prepar6 y con cierta
timidez, se dirigié hacia donde estaba el equipo médico. Al acercarse a la
entrada de la tienda, vio a una enfermera llevando comida para llevar hacia el
interior
No parecia ser del hospital privado. Tenia un aire dulce y timido al entregar la
comida al doctor Antonio, quien estaba preparando medicamentos.
Mansol fruncio ligeramente el cefio y mirando las cajas de comida en sus
manos, giré sobre sus talones y se alejé
Onginalmente queria encontrar un lugar tranquilo para sentarse y comerse
ambas cajas de comida de una sola vez, pero no habia caminado mucho cuando
vio al joven con el que se habia encontrado antes. Estaba sentado en una
piedra, mordisqueando un pedazo de pan
Marisol se acercé y le ofrecié una de las cajas de pasta, exclamando “Toma!”
El joven la mir6, sonriendo agradecido mientras mostraba sus dientes, y la
recibi6 con entusiasmo.
Se trasladaron hacia una roca préxima, y se acomodaron juntos, saboreando la
pasta caliente. Durante su charla, se confirmo que el muchacho era, como
Marisol habia supuesto, un alumno de la universidad que atin no habia finalizado
sus estudios, cursando su Ultimo afio en la Universidad de Costa de Rosa.
El joven se dirigi6 a Marisol con mas confianza, “Realmente te admiro. Las
condiciones en la zona de desastre son tan dificiles, el entorno es hostil, veo que
muchos periodistas son hombres y hay muy pocas mujeres, incluso entre los
voluntarios la mayoria son hombres, y ti has venido de tan lejos a pasar
dificultades*.
“Pero ti también has venido!” respondié Marisol con una sonrisa.
“Para serte sincero, cuando dije que queria venir como voluntario, muchos
compafieros me dijeron que estaba loco Dijeron que la zona del terremoto es la
més peligrosa, que siempre podria haber replicas, y que nadie querria venir a
hacer bulto. Aparte de los bomberos y militares, hasta muchos de los equipos
médicos enviados no querian venir. Pero he oido decir que hay un médico de
apellido Qin que vino voluntariamente*.
El joven hablaba con entusiasmo, “Ayer por la tarde, rescataron a una anciana
que estaba atrapada, habia estado asfixiandose por largo tiempo y parecia tener
un serio problema cardiaco. En ese momento pensamos que esa vida no
volveria, pero el Dr. Antonio no se dio por vencido, en estas circunstancias
monté una mesa de operaciones temporal y realizé una cirugia cardiaca a pecho
abierto! Después, la trasladaron al hospital del condado y esta mafiana nos
enterarmos de que ya ha despertado
Al escuchar esto, en la boca de Marisol se dibujo una sonrisa involuntaria,
Desde que lo conocié y le ayudé a realizar una cirugia al nieto de una abuela
que entrevistaba, sabia que él tenia un corazén bondadoso y siempre habia
confiado en su alta habilidad médica. Al escuchar al joven hablar asi, en su
corazon surgié un sentimiento de orgullo compartido.
Habiendo terminado la comida, el joven pregunté con preocupacion, “Marisol,
¢ctienes algln lugar para dormir esta noche?”
“iNo aun!” respondié Marisol negando con la cabeza.
Capitulo 711
Desde que llegé, se habia sumergido en el trabajo de primera linea y atin no
habla considerado esa cuestion.
“Ahora los suministros son muy escasos, aunque hay muchas tiendas de
campafia y lonas que siguen llegando de todas partes, no son suficientes Y con
tus colegas que son todos hombres, no seria comodo para ti, dijo el joven con
una sonrisa, muy entusiasta, “Voy a preguntar por ti en el area de las voluntarias,
seguro que hay un lugar donde puedas dormir, justo al lado de mi tienda,
podemos seguir charlando por la noche!”
“Esta noche ella dormira conmigo!”
De repente, una voz masculina profunda resoné
levant6 la vista sorprendida y vio a Antonio de pie frente a ellos, sin saber cuanto
tiempo llevaba alli. La sombra de ambos se proyectaba bajo la luz amarilla
nocturna, mientras esos ojos cautivadores y aventureros los observaban con una
mirada intensa.
Al ver la expresion confundida del muchacho, ella explicé con una risa nerviosa,
“Ejem, somos esposos,ja!”
“Esposos..." el chico parecia que atin no lo habia asimilado del todo
Marisol abri6 la boca para dar las gracias, pero antes de que pudiera emitir un
sonido, Antonio ya la habia llevado rapidamente hacia la tienda del equipo de
salud
Una vez adentro, se dio cuenta de que su mochila de montafia ya habia sido
llevada alli
La tienda de campafia de Antonio era individual, no porque el acaparara
recursos en estos tiempos, sino porque habia bastantes suministros médicos
adentro. El Gnico espacio libre era una cama de hierro de una sola plaza,
montada provisionalmente.
Marisol acababa de sentarse cuando de repente lo escuché decir, “Marisol,
dame una caja de pasta por favor!”
“No acabas de comer?” pregunt ella frunciendo el cefio.
“No he comido!” respondi6 Antonio con enojo.
Al oir esto, no pudo evitar mirar hacia la mesa a un lado, la comida que la
enfermera habia traido todavia estaba alli, con su tapa de plastico intacta, ya fria
y sin vapor
Aunque parecia un desperdicio, su estado de animo se aclaré bastante.
Tomo la comida y la sacé para que alguien que no habia comido la calentara un
poco, luego Marisol sacé otro paquete de su mochila y preparé la comida para
Antonio
La pasta un poco caliente la reconfortaban después de un dia entero de trabajo.
Después de terminat, tir6 el envase y se subié a la cama con él.
En una cama tan estrecha, tenian que acurrucarse uno contra el otro.
La Ultima vez que habian dormido tan cerca fue hace tres afios y medio, durante
una guardia nocturna de él. Desde entonces, solo se acercaban tanto durante
esos momentos intimos. El tiempo pasaba tan rapido, como arena entre
los dedos
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Apenas habia encontrado una
posicién comoda para acostarse,
cuando él de repente levanto su
barbilla y sus labios se encontraron
con los de ella The content is on
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Entre sus bocas, el sabor a pasta se hacia presente...
“iNo te has cepillado los dientes!” sefialé6 Marisol.
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Antonio arqued una ceja, con un tono

Bo “
perezoso pero aun asi orgulloso, “En
una zona de desastre como esta, el
agua es escasa, no podemos
desperdiciarlal The content is on
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Marisol, molesta, se seco la
comisura de los labios. Claro que
sabia que no se podia desperdiciar,
pero él podia elegir The content is on
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no besarla!
Justo cuando bajo la mano, fue besada por él nuevamente.
“jOye!” Marisol dijo entre dientes.
Antonio murmuré un “hm¢, pelliccando su labio, “A mi no me importa!”
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Marisol se quedo sin palabras.
Captan 712


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